Residentes de Toledo, Ohio, enfrentaban ayer el segundo día de una prohibición sobre el uso de agua del grifo después de que el alcalde dijo que no era segura para beber, debido a una toxina que fue encontrada en el sistema de agua de la ciudad.
El alcalde, D. Michael Collins, comentó ayer por la mañana que no estaba preparado para levantar la prohibición establecida por el Ayuntamiento de Toledo para usar el agua para beber, cepillarse los dientes o preparar comida.
Al parecer, la calidad del agua de la ciudad está mejorando, dijo, aunque las autoridades necesitaban examinar los resultados de unas pruebas para determinar si es segura para beber.
“Esto no ha terminado”, dijo Collins. “necesitamos obtener los demás resultados”.
En una conferencia de prensa, Collins rechazó proporcionar más detalles sobre las pruebas recientes o decir cuándo podría terminar la prohibición.
“Todo lo que puedo decirles es que las cosas van en una dirección positiva”, les dijo a los reporteros.
El sábado, el ayuntamiento emitió la noticia diciendo que el agua de la ciudad no era segura para usarse después de examinar una planta tratadora de agua de la ciudad, ya que se encontraron niveles de microcistinas, una toxina que puede causar diarrea, vómito o una función anormal del hígado, según dijeron funcionarios del ayuntamiento.
La prohibición aplicó a todos los usuarios de agua de la ciudad de Toledo, que les da servicio a unas 500 mil personas en la región. Varios centros de distribución de agua han sido establecidos en preparatorias y estaciones de bomberos. Miembros de la Guardia Nacional de Ohio estuvieron distribuyendo este líquido y alimentos.
El agua de la ciudad podría estar contaminada por un “brote dañino de algas” del Lago Erie, según dijeron funcionarios del ayuntamiento.
Los brotes usualmente son causados por desagües de campos fertilizados en exceso, sistemas sépticos que funcionan mal o por los corrales del ganado, dice la noticia.
El gobernador John R. Kasich de Ohio declaró estado de emergencia el pasado sábado y planeaba reunirse con Collins ayer domingo por la tarde para hablar sobre los resultados de las pruebas del agua y “trabajar en lo que sea necesario para darle un final positivo a esta horrenda y negativa experiencia”, dijo Collins.
Fuente: The New York Times