El cardenal británico Keith O’Brien, quien el lunes pasado renunció a su cargo como jefe de la Iglesia Católica escocesa, pidió disculpas este domingo por haber mantenido una conducta sexual por debajo de los estándares esperados de él.
Tras las acusaciones hechas públicas en estos últimos días quiero aprovechar esta oportunidad para admitir que mi comportamiento sexual en ciertas ocasiones cayó por debajo de lo que se espera de mí como cura, arzobispo y cardenal, admitió en un comunicado.
A aquellos que haya ofendido les pido disculpas y perdón, agregó el purpurado, quien se disculpó además ante la Iglesia Católica y el pueblo de Escocia.
El 25 de febrero, el todavía papa Benedicto XVI aceptó la renuncia de O’Brien un día después de que el prelado fuese acusado de acoso en la prensa británica por cuatro sacerdotes, lo que dejó al Reino Unido sin representante en el cónclave para elegir a un nuevo Obispo de Roma.
En noviembre el religioso británico había presentado su renuncia al arzobispado de Saint Andrews y Edimburgo, la cual debería hacerse efectiva en marzo, cuando cumplirá la edad canónica, 75 años.
Pasaré el resto de mi vida en retiro, no voy a desempeñar ningún papel en la vida pública de la Iglesia Católica de Escocia, apuntó el cardenal más veterano en la jerarquía católica británica.
Hace una semana la edición dominical del diario The Observer publicó que O’Brien, conocido por sus posiciones contra la homosexualidad, estaba acusado de haber tenido a partir de la década de los 80 comportamientos indecentes con otros religiosos.
De acuerdo con el mitrado, la naturaleza no específica y de anonimato de las acusaciones lo llevó a refutarlas en un primer momento.
Pese a su renuncia, el cardenal podía asistir al cónclave, pero dijo que prefería no hacerlo para que la atención de los medios en Roma no se centrara en él, sino en Benedicto XVI y su sucesor.
Fuente: Prensa Latina