El Gobierno ucraniano ha acusado a los separatistas prorrusos de estar destruyendo pruebas en el lugar donde el jueves se estrelló elavión de Malaysia Airlines MH17 con 298 personas a bordo.
Los separatistas pretenden trasladar a Rusia en camiones partes del fuselaje del avión, ha denunciado el Gobierno en un comunicado. También acusa a los prorrusos de haber llevado 38 de los cadáveres a la ciudad de Donetsk.
El gobierno malasio ha apoyado esta teoría y ha asegurado que se“han manipulados restos”. “Hay indicios que apuntan a que la integridad de la zona se ha visto comprometida, y hay pruebas de que las pistas vitales no han sido conservadas en el lugar. es una traición contra las vidas que han sido destruidas“, ha afirmado el ministro de Transportes malasio, Liow Tiong.
Milicianos armados alejaron a los equipos de rescate y los dejaron sin medios de comunicación. “Cargaron los cuerpos en un camión como sacos. Según los milicianos, se disponían a llevarlos a la ciudad de Donetsk”, señaló a su vez una fuente del Gobierno de la región donde tuvo lugar el accidente, citada por medios ucranianos.
Trabas a la OSCE
Según Kiev, los separatistas quieren “ocultar pruebas de su intervención en el accidente”. Por el momento no hay confirmación independiente al respecto. Además, el portavoz del Gobierno ucraniano ha afirmado que todavía no han recibido las cajas negras y que no tenían ninguna información sobre ellas.
Por su parte, los rebeldes prorrusos han informado a los observadores de la OSCE desplazados al lugar de la tragedia que los resultados de su investigación no se los van a entregar todavía si no que tendrán que esperar. “Se les dará más tarde”, han especificado.
Los expertos de la OSCE se quejan de las trabas que ponen a su misión los milicianos prorrusos que custodian el lugar de la tragedia.
“Si ustedes no me dejan hacer mi trabajo me quejaré a (Alexandr) Borodái (líder de los insurgentes prorrusos)”, se dirigió a un comandante de las milicias el suizo Alex Hug, jefe de la misión internacional de la OSCE para Ucrania, acompañada en el lugar de la tragedia por un grupo de periodistas.
Denuncian robos a los cadáveres
Mientras, un asesor del Gobierno ucraniano, Anton Gerashchenko, ha asegurado en su perfil de Facebook que los separatistas están llevándose objetos y joyas de los cadáveres, incluso, las tarjetas de crédito, que “podrían usar en Ucrania o llevarlas a Rusia”, y ha instado a los familiares a que cancelen dichas tarjetas cuanto antes.
Poco después de que el vuelo MH17 se estrellase, Kiev acusó a los separatistas de haberlo derribado con un misil, aunque los insurgentes lo niegan. Según Estados Unidos, las evidencias indican que el avión fue alcanzado por un misil lanzado desde un área controlada por los separatistas.
El gobierno ucraniano acusó a primera hora de esta mañana a los separatistas de no permitir el acceso a la zona donde cayó el avión. Sin embargo, según un acuerdo alcanzado esta madrugada por el Grupo de contacto, los rebeldes que controlan el lugar donde cayó el avión permitirán los trabajos de rescate e investigación en un radio de 20 kilómetros a la redonda.
Mientras tanto, EEUU ha intensificado en las últimas horas su campaña internacional para arrinconar Putin. El Gobierno estadounidense acusó directamente a Rusia de mentir y dijo tener pruebas de que, pese a su retórica pacifista, el Kremlin sigue facilitando artillería pesada, financiación y otro equipamiento militar a los rebeldes prorrusos.
Europa, con una fuerte dependencia energética de Rusia, ha dado pasos más tímidos, y no ha actuado en coordinación con EEUU en la última ronda de sanciones, aunque Merkel dio señales de estar dispuesta a intensificar la presión sobre Moscú.
Los vínculos económicos de Europa con Moscú son mucho más estrechos que los que tiene Washington. Así, mientras que el comercio bilateral entre Rusia y Alemania alcanzó los 105.000 millones de dólares en 2013, la relación entre EEUU y Rusia en el mismo periodo se cifró en 38.000 millones.
Putin, mientras tanto, ha mantenido la calma en plena tormenta al negar el apoyo de Moscú a los separatistas en Ucrania y culpar a Kiev por la continuidad de las hostilidades.