El primer ministro griego, Alexis Tsipras, llega a Moscú este 8 de abril con una visita oficial y se reunirá con el presidente Vladímir Putin. Desde la llegada al poder del Gobierno de Tsipras, se nota un acercamiento entre Moscú y Atenas, mientras que esa política entre ambos países inquieta a Bruselas.
Olores a “primavera rusa” en Atenas
Desde el Gobierno griego señalaron que “el primer ministro visitará el Kremlin aceptando la invitación del presidente ruso Vladimir Putin”. Así, resulta que la visita adelanta por un mes la fecha del viaje a Moscú acordada previamente por su antecesor en el cargo, Antonis Samarás.
Se hace evidente que la visita de Alexis Tsipras marca una nueva etapa en la relación entre Rusia y Grecia, que es una parte de la sociedad europea.
Tsipras subrayó que en los últimos años, las relaciones entre Rusia y su país estaban “congeladas”. “No sé si eso se parecía a un invierno siberiano, pero era un invierno. Y ahora estamos en la primavera y deberíamos apoyar esa primavera con el fin de lograr un desarrollo real de nuestras relaciones”, dijo a TASS el político heleno.
¿Qué busca Tsipras en Moscú?
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, anunció que Putin y Tsipras discutirán el desarrollo de las relaciones económicas entre los dos países, la situación económica en Grecia, así como la cuestión de las sanciones europeas contra Rusia.
El portavoz del Kremlin sostuvo que Rusia y Grecia tendrán una “agenda intensa sobre las relaciones bilaterales, la interacción multifacética: no se trata sólo de la economía, sino de los lazos humanitarios, la cooperación cultural”, explicó. En ese mismo contexto prosiguió: “por supuesto, se discutirá también la relación entre Moscú y la Unión Europea respecto a la política de sanciones de la UE y una posición muy fría de Atenas hacia la misma”, dijo Peskov.
La visita de Alexis Tsipras marca una nueva etapa en la relación entre Rusia y Grecia
En vísperas de la visita del primer ministro griego se ha barajado la idea de que Grecia planea pedir a Rusia apoyo para su economía. En particular, solicitar en Moscú la reducción de los precios del gas natural para los consumidores griegos y pretender que Moscú levante el embargo de determinados productos agrícolas griegos, según el portavoz del Gobierno griego Gabriel Sakellaridis.
Alianza energética, una de las claves en la geopolítica
El Gobierno griego busca ‘barajar cartas’ en el juego geopolítico cambiando la dirección de la estrategia energética al participar en el proyecto del gasoducto a través de Turquía, cerca de Grecia. Según este plan, el gas ruso pasará a Europa a través del territorio del país heleno.
Al ser acordado, este será el primer gran acuerdo energético entre Grecia y Rusia en los últimos siete años y, además, puede provocar cierta irritación en Occidente. El ministro de Reforma Industrial, Protección del Medio Ambiente y Energía griego, Panagiotis Lafazanis, durante su reciente visita a Moscú formalizó el interés de Grecia de participar en ese proyecto y dijo que espera que Tsipras y Putin lleguen al acuerdo por el gasoducto, informa TASS.
“A partir de 2019, el suministro de gas a Europa se realizará a través de los corredores norte y sur. Por el corredor sur el gas pasará por la siguiente ruta: Rusia – mar Negro – Turquía y la frontera con Grecia. Todo lo mencionado corresponde a los intereses de Rusia. Estamos dispuestos a colaborar”, anunció Lafazanis.
La reacción de Occidente a la visita de Tsipras
Bruselas, que no puede ocultar el temor ante el acercamiento entre Rusia y Grecia, advirtió a Atenas que se aleje de una estrecha cooperación con Rusia. Según algunos políticos europeos, la UE no debería tener estrechos vínculos con Moscú.
No se trata de oponerse a los intereses de la UE y Rusia, sino que el primer ministro Tsipras resuelve los problemas del país, algo para lo que tiene el derecho
Así, antes del inicio del viaje a la capital rusa, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, dio instrucciones a Grecia, llamándola a evitar una “división en la UE”. Hizo un llamado a Atenas para evitar la “alienación” de los socios europeos. El político europeo dio una señal clara de que la participación en la política europea no puede ser cambiada por la cooperación con Moscú.
Pero no es la única voz en Europa. Hay partidarios de esa visita y optimistas de la política ruso-griega. En particular, la líder de izquierda en el Parlamento Europeo, Gabriele Zimmer, dio la bienvenida a ese paso. “No se trata de oponerse a los intereses de la UE y Rusia, sino que el primer ministro Tsipras resuelve los problemas del país, algo para lo que tiene el derecho”, dijo.
Grecia, ¿Puente entre Rusia y Occidente?
El Gobierno de Tsipras en repetidas ocasiones reiteró su posición negativa acerca de las sanciones de la UE contra Rusia. Esta vez, Tsipras volvió a comentar su visión sobre la política de sanciones “que no conduce a nada”.
“No estoy de acuerdo con las sanciones. Creo que ese es un camino que no conduce a nada. Soy partidario de que debería haber diálogo, diplomacia, es necesario sentarse a la mesa de negociaciones y buscar soluciones a los principales problemas. La guerra económica es una política sin salida”, dijo.
No estoy de acuerdo con las sanciones. Creo que ese es un camino que no conduce a nada
“Estamos [Rusia y Grecia] en una situación geopolítica particularmente tensa, nos enfrentamos a retos comunes y tenemos que encontrar la manera de contrarrestarlos. Es necesario entender cómo nuestros pueblos y países pueden cooperar en muchas esferas como en la economía, la energía, el comercio, la agricultura, para ver cómo podemos ayudarnos unos a otros. Y principalmente analizar hasta qué punto puede ser constructiva nuestra cooperación, porque realmente creo que Grecia, como un país miembro de la UE, puede ser un puente entre Occidente y Rusia”, subrayó Tsipras.
Fuente: RT