La sentencia del Tribunal Supremo que otorga una amplia inmunidad a Donald Trump por sus actos como presidente marca un antes y un después en el régimen jurídico aplicable al inquilino de la Casa Blanca. La mayoría conservadora del Tribunal Supremo exime de responsabilidad al presidente en el ejercicio de su autoridad constitucional y le declara presuntamente inmune en todos los actos oficiales. Eso, según las tres juezas progresistas del Supremo, abre paso a “escenarios de pesadilla” en los que un presidente puede ser declarado inmune incluso por el asesinato de rivales políticos, la aceptación de sobornos y hasta por dar un golpe de Estado. El presidente, a partir de la polémica sentencia, se ha convertido en un “rey por encima de la ley”. Por eso, manifiestan su “miedo por la democracia”.
El principal voto particular discordante está redactado por la jueza Sonia Sotomayor y secundado por Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson. Está redactado todo él en términos muy duros. “El presidente de Estados Unidos es la persona más poderosa del país, y posiblemente del mundo. Cuando utiliza sus poderes oficiales de cualquier manera, según el razonamiento de la mayoría, ahora estará protegido de la persecución penal”, indica.
“¿Ordena al Equipo Seal 6 [fuerzas especiales]de la Marina asesinar a un rival político? Inmune. ¿Organiza un golpe militar para aferrarse al poder? Inmune. ¿Acepta un soborno a cambio de un indulto? Inmune. Inmune, inmune, inmune. Dejemos que el presidente viole la ley, dejémosle explotar las trampas de su cargo para beneficio personal, dejémosle usar su poder oficial para fines malvados. Porque si supiera que algún día puede enfrentarse a la responsabilidad por violar la ley, no sería tan audaz y valiente como nos gustaría que fuera. Este es el mensaje de la mayoría hoy”, señalaban las juezas en su voto particular de este lunes.