El presidente electo Donald Trump recurrirá a personas con profundos vínculos con Washington y Wall Street para que se integren a su gabinete, incluido Steve Mnuchin, exejecutivo de Goldman Sachs, como secretario del Tesoro.
Trump también escogió el martes al representante Tom Price de Georgia con el fin de que supervise el sistema de servicios médicos de la nación. Price es un duro crítico de la ley de seguros de gastos médicos promovida por el presidente Barack Obama y ha defendido los esfuerzos por privatizar el Medicare, el servicio médico del gobierno para los adultos mayores.
Y el presidente electo escogió a otra republicana veterana, Elaine Chao, con el fin de que encabece el Departamento de Transporte.
El anuncio oficial del nombramiento de Mnuchin se espera para el miércoles, de acuerdo con una persona al tanto de la decisión que insistió en guardar el anonimato con el fin de poder confirmar la nominación.
Mnuchin, de 53 años, encabezó las operaciones financieras de Trump durante la campaña presidencial y se convirtió en una persona cercana tanto del presidente electo como de su familia. Pero carece de experiencia política, lo cual podría representar un obstáculo al navegar en el espinoso ambiente político en Washington.
Price, elegido para encabezar el Departamento de Salud y Servicios Humanos después de más de una década en el Congreso, ayudó a elaborar el plan del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, para privatizar el Medicare, una posición a la que Trump se opuso durante la campaña.
Chao, que fue la primera estadounidense de ascendencia asiática en pertenecer al gabinete de un presidente -estuvo en el gobierno de George W. Bush-, está casada con Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado.
Durante la jornada, Trump se reunió con sus asesores en su rascacielos de Manhattan y con candidatos para puestos en su gabinete, ya que aún le quedan muchos puestos de primer nivel por cubrir, ninguno de ellos más grande que el de secretario de Estado.
Al mismo tiempo, Jill Stein, excandidata presidencial del Partido Verde, entregó 3,5 millones de dólares al estado de Wisconsin con el fin de garantizar un recuento de votos en uno de los estados que impulsaron la inesperada victoria de Trump. Stein, que también busca recuentos en Pennsylvania y Michigan, ha planteado su inquietud de que los resultados pudieran haber sido alterados por un pirata cibernético.
Trump ha criticado el esfuerzo del Partido Verde, y por su parte ha afirmado, sin presentar evidencia, que hubo fraude electoral en otros estados.
Mientras tanto, la selección de Price generó interrogantes sobre el compromiso del próximo presidente con el Medicare, entre otros programas populares de apoyo gubernamental que antes de las elecciones repitió reiteradamente que los resguardaría. El congresista por Georgia encabezó las gestiones republicanas en el Capitolio para transformar el Medicare en un sistema de vales.
Incluso mientras sopesaba decisiones cruciales para el gabinete, Trump pareció distraerse con asuntos externos, o ansioso por crearse distracciones él mismo. Tuiteó que a “nadie se le debería permitir quemar la bandera estadounidense”, y advirtió que los que lo hagan deberían enfrentar “¡tal vez la pérdida de la ciudadanía (estadounidense) o un año de cárcel!”
Fuente: AP