El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este lunes que ordenó desplegar a la Guardia Nacional en Washington DC y que pondrá bajo control federal a la policía de la capital estadounidense.
El anuncio, realizado en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, llega después de que el presidente catalogara a la ciudad como una de las más peligrosas de EE.UU. y que pidiera a las personas sin hogar irse a otro lugar.
“Nadie quiere ser asaltado, violado, tiroteado y asesinado”, dijo el presidente, asegurando que la tasa de homicidios en Washington DC es más alta que en algunos “de los peores lugares del mundo” y que el número de robos y secuestros de automóviles también ha aumentado.
Sin embargo, los registros de la policía local muestran que se ha producido una reducción del 7% en todos los delitos cometidos en la ciudad en lo que va de año, con una disminución del 26% en el número total de delitos violentos. Los homicidios han descendido un 12% en el mismo periodo.
Estas cifras se registran después de que en 2023 hubiera un repunte notable en los índices de criminalidad.
La alcaldesa de la ciudad, la demócrata Muriel Bowser, calificó el anuncio del presidente como “inquietante y sin precedentes” y aseguró que está basado en la percepción de criminalidad que tuvo Trump durante su primer gobierno (2017-2021) y la pandemia de covid-19.
“Hemos trabajado rápidamente para promulgar leyes para sacar a los delincuentes violentos de nuestras calles”, aseguró. “Hemos observado una enorme disminución de la delincuencia gracias a esos esfuerzos”.
Añadió que los delitos violentos se encuentran ahora en su nivel más bajo en 30 años: “Puedo decir que seguiremos gestionando nuestro gobierno de una manera que les haga sentir orgullosos”.
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Según Community Partnership, una organización que trabaja para reducir el número de personas sin hogar en Washington DC, dijo a la agencia Reuters que en esta ciudad de 700.000 habitantes había unas 3.782 personas sin hogar una noche cualquiera.
La mayoría estaban en viviendas públicas o refugios de emergencia, pero se consideraba que unos 800 estaban “en la calle”.
Para el director de la organización benéfica So Others Might Eat (SOME), la intención de Trump de que las personas sin hogar se vayan a otro lugar no es una política que vaya a mejorar la situación.
“Lo único que conseguirá es trasladar el problema a otras comunidades que quizá estén menos preparadas que nosotros para afrontarlo”, dijo el director de SOME, Ralph Boyd, quien aseguró también que la presencia de personas sin vivienda ha disminuido 20% desde el año pasado.