“Estoy encantado de anunciar a Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS)”, anunció Trump en su red Truth Social, lo que provocó la caída en los mercados financieros de empresas farmacéuticas y generó todo tipo de reacciones.
Descendiente de la influyente dinastía demócrata, Robert F. Kennedy Jr., se forjó como abogado ambientalista, enfrentándose a gigantes corporativos como DuPont y Monsanto. Sin embargo, en las últimas dos décadas, enfocó gran parte de su energía en promover teorías sobre las vacunas que contradicen el consenso científico.
Kennedy, de 70 años, es hijo del ex fiscal general Robert F. Kennedy y sobrino del fallecido presidente John F. Kennedy, figuras icónicas del Partido Demócrata. No obstante, su trayectoria transmutó el legado familiar. Tras renunciar a su candidatura presidencial independiente el pasado agosto, Kennedy dio su apoyo a Trump, alineándose con los republicanos.
Ahora, Trump lo propone para liderar un gabinete clave que supervisa áreas críticas como la seguridad de medicamentos, vacunas y alimentos, así como la investigación médica y programas sociales, como Medicare y Medicaid. Durante la campaña, Trump prometió otorgarle plena autonomía en la formulación de políticas sanitarias: “Voy a dejar que se vuelva loco con la salud. Voy a dejar que se vuelva loco con la comida. Voy a dejar que se vuelva loco con los medicamentos”, comentó Trump en uno de sus últimos mítines de campaña en Nueva York.
“Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido aplastados por el complejo alimentario industrial y las compañías farmacéuticas que se han dedicado al engaño, la desinformación y la manipulación en cuestiones de Salud Pública” afirmó el presidente electo.
“La seguridad y la salud de todos los estadounidenses es el papel más importante de cualquier administración, y el HHS desempeñará un papel importante para ayudar a garantizar que todos estén protegidos de los productos químicos nocivos, los contaminantes, los pesticidas, los productos farmacéuticos y los aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud en este país”, sentenció.
Tras el anuncio, las acciones de los principales fabricantes de vacunas registraron caídas significativas al cierre del jueves 14 de noviembre. Moderna Inc. retrocedió un 5,6%, Pfizer Inc. un 2,6%, y Novavax Inc. sufrió una caída del 7% al cierre del mercado.