El presidente Donald Trump dijo el viernes que podría haberse puesto muy enfermo y quizá no haberse recuperado de Covid-19 sin la ayuda de fármacos experimentales, un panorama mucho más grave del que informaron sus médicos al pueblo estadunidense.
“Estuve preguntando hoy a los médicos… y les dije: ‘¿Qué tan malo me puse?’ Dijeron: ‘Usted podría haberse puesto muy mal. Estaba entrando a una fase sumamente grave’”, le dijo Trump a Rush Limbaugh durante el programa de radio de éste.
“Parecía que iba a ser un gran problema y ustedes saben lo que eso significa, ¿verdad? Eso significa grave porque he perdido a cinco personas”, señaló Trump, refiriéndose a conocidos suyos que han fallecido.
El mandatario dijo que después de contraer el virus no estaba “en la mejor forma”, y señaló que podría “no haberme recuperado” sin el tratamiento con fármacos experimentales.
Las declaraciones de Trump sobre la gravedad de su caso de coronavirus contrastan con las aseveraciones públicas generalmente optimistas acerca de su estado que sus médicos difundieron después de que fue diagnosticado y cuando estuvo hospitalizado.
La Casa Blanca indicó que la hospitalización de Trump en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, que comenzó el 2 de octubre, fue una medida de precaución y que sus síntomas eran moderados.
El 3 de octubre, el médico de Trump difundió en declaraciones televisadas un panorama optimista de la situación del mandatario, enfatizando que continuaba trabajando, caminando por sí solo y sin dificultades para respirar. Sin embargo, fue notorio que el doctor Sean Conley se rehusó a proporcionar algunos detalles específicos, evadiendo repetidas veces las preguntas de si el presidente había recibido en algún momento oxígeno suplementario.
Después se supo que Trump había recibido oxígeno antes de que lo trasladaran al Walter Reed.
Las declaraciones del presidente coincidieron más con el informe actualizado que el jefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows, dio después de la hospitalización. Meadows no abundó en detalles, pero señaló que la situación inicial de Trump había sido “muy preocupante” y, aunque su salud estaba mejorando, las 48 horas siguientes serían cruciales.
Trump atribuyó su recuperación a un medicamento experimental de anticuerpos fabricado por Regeneron Pharmaceuticals Inc. “Principalmente fue este medicamento”, aseguró. “Eliminó al virus. Lo erradicó”.
Ese fármaco no es una cura, pero los tratamientos experimentales con anticuerpos como el administrado a Trump figuran entre las terapias más prometedoras probadas para tratar y prevenir las infecciones de coronavirus. Las medicinas de anticuerpos, que ayudan al sistema inmunitario a eliminar el virus, continúan en fase de pruebas. Su seguridad y eficacia se desconocen aún y no hay manera de que el presidente y sus médicos conozcan si el medicamento tuvo algún efecto en su caso.
Fuente: AP