Donald Trump rechazó el martes las críticas a su llamado a prohibir la entrada al país a todos los musulmanes, y negó ser igual a Adolfo Hitler, aun cuando la propuesta fue condenada por sus rivales en la puja por la candidatura presidencial republicana, los dirigentes de su partido y otros por considerarla antiestadounidense.
El precandidato republicano a la Casa Blanca aseguró que su plan de “una prohibición total y completa de ingreso de musulmanes” al país “no es nada distinto” a la política del presidente Franklin Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial de confinar a estadounidenses de ascendencia japonesa en campamentos cerrados.
“Este es un presidente que era muy respetado por todos”, afirmó el martes. “Si ven lo que estaba haciendo, era mucho peor”.
La prohibición, añadió Trump, se justifica porque Estados Unidos está en guerra con los extremistas islámicos que han lanzado diversos ataques, entre ellos el de la semana pasada en San Bernardino, California, en que 14 personas murieron.
“Estamos ahora en guerra y tenemos un presidente que se niega a admitirlo”, afirmó Trump. La propuesta ha sido ampliamente repudiada por figuras políticas, en algunos casos del exterior.
El primer ministro británico David Cameron la censuró por “divisiva, inútil y sencillamente equivocada”. Los musulmanes en Estados Unidos y el exterior la denunciaron por inconstitucional y ofensiva.
La campaña de Trump ha destacado por tener un patrón de declaraciones polémicas que comenzaron con su dura retórica hacia los inmigrantes mexicanos. En particular ha tomado una posición más dura contra los musulmanes desde los atentados de París el 13 de noviembre.
Pero a pesar de su controversial retórica, Trump se mantiene como el aspirante republicano que va al frente de los sondeos para obtener la nominación del partido, a menos de dos meses de que se realicen las primeras elecciones primarias.
La portada del Philadelphia Daily News muestra a Trump elevando la mano en un saludo estilo nazi con el titular “El nuevo furor”. En entrevistas televisivas matutinas por ABC y CNN el martes, le pidieron que comentara la comparación que se le hacía con Hitler.
El candidato no se echó atrás y dijo que al impedir la entrada de todos los musulmanes “hasta que los representantes de nuestro país determinen qué demonios sucede” se justifica después de los ataques de extremistas musulmanes en París y el ataque de la semana pasada en San Bernardino, California, que dejó 14 muertes.
La propuesta de Trump se aplicaría tanto a inmigrantes como visitantes, una prohibición generalizada para todos los adherentes de una religión practicada por más de mil millones de personas en el mundo.
Trump anunció su plan ante vivas y aplausos en un acto en Carolina del Sur el lunes por la noche. “Hasta que podamos determinar y comprender este problema y el peligro que plantea, nuestro país no puede ser víctima de ataques horrendos de gente que cree solamente en la yihad y no tiene sentido de la razón ni respeto por la vida humana”, afirmó en una declaración escrita.
En el acto advirtió que sin una acción drástica “va a empeorar cada vez más, vamos a tener más Wolrd Trade Centers”.
Rod Weader, un agente inmobiliario de 68 años de North Charleston que asistió al acto proselitista dijo que coincidía con el plan de Trump “un 150 por ciento”.
Desde los ataques del 13 de noviembre en París que dejaron 130 muertos y centenares de heridos, varios aspirantes a la candidatura presidencial republicana han propuesto restricciones a los refugiados sirios y una mayor vigilancia en Estados Unidos. Varios sugirieron dar preferencia a los cristianos que buscan asilo.
Pero la propuesta prohibición de Trump va más allá, y sus rivales republicanos se apresuraron a rechazarla.
Su plan también provocó críticas de los presidentes del Partido Republicano en Iowa, New Hampshire y South Carolina, los tres primeros estados donde se vota en las elecciones presidenciales primarias del año próximo.
Reacciones a los dichos de Trump
He aquí lo que algunos aspirantes a la candidatura presidencial, republicanos y demócratas, y otros opinan sobre la propuesta de Donald Trump de impedir la entrada de musulmanes a Estados Unidos.
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“Donald Trump está desquiciado. Sus propuestas ‘políticas’ no son serias”.
— Jeb Bush, ex gobernador de Florida y aspirante a la candidatura presidencial republicana, vía Twitter.
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“Bueno, esa no es mi política. He presentado un proyecto de ley en el Senado que pondría en efecto una moratoria de tres años a los refugiados que lleguen de países donde Estado Islámico o Al Qaeda controlan una porción sustancial de territorio. Y el motivo es que es allí de donde proviene la amenaza”.
— Ted Cruz, senador de Texas y aspirante a la candidatura presidencial republicana.
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“Hay personas en esta contienda a quienes no les importa lo que dice la ley porque están acostumbradas a despedir gente de manera indiscriminada por televisión. Por eso no se preocupan por lo que las leyes digan o no”.
— Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey y aspirante a la candidatura presidencial republicana.
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“La reacción excesiva de Trump es tan peligrosa como la reacción insuficiente del presidente Obama”.
— Carly Fiorina, ex ejecutiva de tecnología y aspirante a la candidatura presidencial republicana.
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“Todos los que visitan nuestro país deberían registrarse y ser controlados durante su estadía como se hace en muchos países. No propongo ni propondría ser selectivo en cuanto a la religión de cada uno”.
— Ben Carson, neurocirujano retirado y aspirante a la candidatura presidencial republicana.
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“Creo que esta noción de que podemos decir no más musulmanes y prohibir toda una religión va contra todo lo que apoyamos y creemos. La libertad religiosa ha sido una parte muy importante de nuestra historia y de nuestra procedencia… Es una noción equivocada”.
— Dick Cheney, ex vicepresidente, en una conversación con el animador radial Hugh Hewitt.
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“Eso no refleja un pensamiento serio. Cuando uno cree que él no puede llegar más bajo, lo hace”.
— Senador republicano de Arizona, Jeff Flake.
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“Como un conservador que cree sinceramente en la libertad religiosa, la mala idea y retórica de Donald Trump me deja frío. El excepcionalismo estadounidense significa defender siempre nuestros derechos inalienables, y no atacarlos cuando resulta políticamente conveniente”.
— Matt Moore, presidente del Partido Republicano de Carolina del Sur, vía Twitter.
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“Hay algunas cuestiones que trascienden la política. Mientras mi posición es por cierto política, soy estadounidense en primer término. Jamás debería excluirse en Estados Unidos a nadie en base únicamente a su raza o religión. Es antirrepublicano. Es inconstitucional. Y es antiestadounidense”.
— Jennifer Horn, presidenta del Partido Republicano de New Hampshire.
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“¿Está hablando Trump sobre ciudadanos estadounidenses musulmanes? De ser así, el derecho a entrar en el país de la ciudadanía propia es un derecho humano garantizado internacionalmente”.
— Leti Volpp, experta en derecho inmigratorio en la Universidad de California en Berkeley.
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“Uno tiene una preocupación con la gente que llega. Imagine que es un cuerpo humano y uno tiene la preocupación de que cause enfermedades. Todo lo que él está diciendo es no dejar que entre nadie ahora y arreglar antes el problema. No debería tener que ver con la religión, pero lamentablemente la tiene”.
—John Metzer, partidario de Trump que trabaja en bienes raíces en Atlanta, en un mitin de Trump el lunes por la noche en Mount Pleasant, Carolina del Sur.
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“Todo el que se preocupe aunque sea mínimamente por la libertad religiosa denunciará el plan imprudente y demagogo @realDonaldTrump para los musulmanes”.
— Russell Moore, presidente de la comisión de libertad religiosa en la Convención Bautista del Sur, vía Twitter.
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“Esto es reprobable, perjudicial y divisivo. @realDonaldTrump, no te das cuenta. Esto nos hace menos seguros”.
— Hillary Clinton, ex secretaria de estado y aspirante a la candidatura presidencial demócrata, vía Twitter.
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“A lo largo de toda nuestra historia, los demagogos han intentado dividirnos en base a raza, sexo, orientación sexual o país de origen. Ahora, Trump y otros quieren que odiemos a todos los musulmanes. Estados Unidos es una gran nación cuando estamos todos juntos. Somos una nación débil cuando admitimos que el racismo y la xenofobia nos dividan”.
— Bernie Sanders, senador de Vermont y aspirante a la candidatura presidencial demócrata.
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“Pienso desde hace tiempo que las cosas que dijera perjudicarían sus posibilidades, y lo sigue haciendo”.
—John McCain de Arizona, quien calificó el plan de Trump como “realmente insensato”.
Fuente: AP