Ante acusaciones de corrupción, el primer ministro canadiense aceptó que cometió errores
El primer ministro canadiense rompió el silencio sobre la controversia política que ha consumido al país durante el último mes.
Justin Trudeau señaló que se había producido un colapso en la confianza y la comunicación, pero que no había hecho nada malo.
Si bien el premier ha hecho que el arrepentimiento sea un ritual regular de su oficina, se negó a hacerlo en este caso. Cuando un reportero de la galería de la prensa nacional de Ottawa le preguntó sin rodeos si se estaba disculpando, dijo que no, aunque de manera indirecta.
“En lo que respecta a defender los empleos y defender la integridad de la ley, sigo diciendo que no hubo presiones inapropiadas”, indicó.
Las declaraciones de Trudeau fueron realizadas tras las acusaciones de la ex ministra de Justicia Jody Wilson-Raybould, quien dimitió a principios de febrero y posteriormente declaró que durante meses, el premier y sus principales colaboradores la presionaron durante meses para que ofreciese a la mayor constructora del país, SNC-Lavalin, un acuerdo favorable a la compañía en un caso de corrupción.
La dimisión y posterior testimonio de la ex funcionaria provocaron la renuncia el lunes de otro peso pesado del gabinete, la Ministra del Tesoro, Jane Philpott, lo que ha desencadenado la mayor crisis de su Gobierno desde que se convirtió en Primer Ministro en octubre de 2015.
Aunque, en cierto modo, las acusaciones parecen ser leves (no se cambiaron las manos de dinero y no parece que se hayan violado las leyes), el golpe político para Trudeau ha sido enorme.
La popularidad del líder canadiense se ha hundido y los pedidos de su renuncia son repetidos. Además de las dimisiones de las Ministras, su principal asesor político, Gerald Butts, quien es un amigo cercano, también se hizo a un lado en el lío.
“No estaba al tanto de esa erosión de la confianza, y como Primer Ministro y líder del Ministerio Federal, debería haberlo hecho”, señaló Trudeau ayer.
“En última instancia, creo que nuestro Gobierno será más fuerte por haber luchado con estos problemas (…) Hay muchas lecciones que aprender y muchas cosas que nos hubiera gustado haber hecho de manera diferente”.
Faltan siete meses para las elecciones nacionales, Trudeau intentó convencer al país de que todavía creía en dirigir la política de manera abierta y transparente.
También intentó reparar el daño causado por las renuncias de las dos Ministras -Wilson-Raybould, una de ellas, ex líder indígena-, y demostrar que seguía siendo feminista y todavía estaba comprometido a corregir los errores del país contra los nativos.
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