Por Luis Javier Valero Flores
Como es natural, por la trascendencia y profundidad del problema, el abstencionismo ha ocupado la mayor de las atenciones de candidatos, partidos y medios de comunicación. Probablemente también de un buen número de ciudadanos, aunque, lógicamente, las visiones que mantienen, por una parte la clase política, y por otra, la sociedad, pueden muy distintas, y hasta encontradas.
Las cifras se moverán con el paso de los días. Al tener las primeras oficiales de por lo menos una las dos más importantes ciudades de la entidad, las de la elección a síndico de Chihuahua, arrojaron una participación del 37.8% del padrón electoral.
Seguramente, hoy, en el transcurso de la mañana ya tendremos las oficiales de la elección de alcalde de Juárez y Chihuahua.
Si se toma como base para una proyección los resultados reportados en el PREP acerca de la elección a presidente municipal de Juárez, encontraremos que la participación rondará el 30% (29.95, ya que se prevé una votación de 300 mil, del millón 3 mil electores juarenses).
Pero ese es un asunto complejo y de larga data, por lo pronto, importa sabe que ocurrió en la elección del domingo, tema al que volveremos, también, el próximo domingo.
Merced a los convenios electorales del PRI con el Panal, Verde Ecologista, PT y PRD (con los primeros tres, una alianza y con el último, candidaturas comunes en 8 municipios y 1 distrito), los porcentajes -aproximados, de acuerdo con la proyección tomando como base los datos del PREP- obtenidos por los partidos serían más o menos los siguientes:
PAN, alrededor del 37%; PRI, 17; Panal, 13.7; PVEM, 9.4; PT, 9.3; PRD, 3.9 y Movimiento Ciudadano, 2.6.
De acuerdo con ellos, el PRI no podría acceder al reparto de plurinominales, a pesar de haber presentado la lista de candidatos plurinominales, pues de acuerdo con el criterio de la sobre-representación (esto es, que el porcentaje de legisladores no puede rebasar en más de 8 puntos el porcentaje de la votación obtenida) el número de diputados obtenidos por mayoría relativa (16 de 33) rebasa el 48% del total, lo que lo deja fuera de los rangos permitidos por la ley.
De esa manera, el ejercicio realizado por Alejandro Salmón (El Diario de Juárez, 10/VII/13) seguramente es el que efectuarán los órganos electorales.
El PRI se quedaría con 16 diputados, todos de mayoría relativa; el PAN tendría 7, cuatro de mayoría y 3 plurinominales; el PANAL, 3, uno de mayoría y 2 plurinominales; el PVEM y el PT, dos pluris; el PRD, 2, uno de mayoría y un pluri y, finalmente, Movimiento Ciudadano, un plurinominal, su dirigente estatal.
El PRI constituirá la primera minoría pues no cuenta con mayoría simple, formalmente, pues en la realidad sería la séptima ocasión consecutiva que tiene la mayoría en el Poder Legislativo desde 1992.
Además, por segundo trienio consecutivo, el PRI permanecerá en el poder en las dos principales ciudades de la entidad y gobernará a la mayoría de los chihuahuenses pues sus candidatos a las alcaldías triunfaron en 50 municipios, en uno, en alianza con varios partidos. Sus derrotas son dolorosas. El PAN repitió en Delicias y triunfó sorpresivamente en Cuauhtémoc, en ambos casos, contundentemente.
Pero esas derrotas las amaina el hecho de que el PAN pasó de 24 alcaldías (una de ellas en coalición con el PRD, Carichí, hoy recuperada por el PRI y el PRD), a 15 en esta elección, después de perder en municipios emblemáticos como Camargo, Jiménez, Ojinaga y Guachochi.
De ahí que el PAN pocas cosas tiene para celebrar en esta elección. Sí, tienen una carga emotiva y política muy importante los triunfos en Chihuahua y Cuauhtémoc, pero la contundente derrota en Juárez, servirá para que el alcalde, el priista Héctor Murguía, pueda declarar con fuerza que “podría” aspirar a la candidatura al gobierno del estado en 2016.
No es el único ganador, también los candidatos triunfadores, Javier Garfio, en la capital, y Enrique Serrano, en Juárez, se constituyeron, de inmediato, como potenciales aspirantes a tal cargo, sin que se deje de lado a Marco Adán Quezada, el alcalde capitalino que, aunque raspados, sus compañeros tuvieron la mayoría.
Y enfrente, el alcalde deliciense, Mario Mata, con el triunfo de los panistas en todos los cargos en esa ciudad se alza como viable candidato. No deberá dejarse de lado a la triunfadora del distrito 17 de la capital, Maru Campos. De este grupo -y algunos más- emergerán los abanderados del 2016.
No está lejos, todo lo contrario.
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