La pérdida de los vuelos MH17, GE222 y AH5017 y la prohibición de volar a Tel Aviv por razones de seguridad causaron los días más complicados para la aviación en años.
Los últimos siete días han sido difíciles para la aviación, considerado el medio de transporte más seguro del mundo.
Todo comenzó el pasado 17 de julio cuando el vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur, fue derribado por un misil tierra-aire disparado por rebeldes en el este de Ucrania.
El Boeing 777-200ER se estrelló cerca de Hrabove, en la región de Donetsk, a unos 50 kilómetros de la frontera entre Ucrania y Rusia, matando a 283 pasajeros y 15 miembros de la tripulación. La mayoría de los pasajeros eran holandeses.
Aunque en un principio ambas partes en conflicto se culparon por el derribo, luego surgió información de la comunidad de inteligencia que indicó que un misil disparado por rebeldes fue el causante del desastre aéreo.
Esta semana, un líder rebelde declaró a la agencia Reuters que el sistema antiaéreo utilizado para derribar el avión estaba en poder de un grupo de rebeldes pero que luego del incidente fue regresado a Rusia.
El desastre aéreo del MH17 fue la quinta pérdida total de un Boeing 777 y el tercero en un año. El accidente fue el más mortífero en Ucrania y el de mayor número de víctimas causado por el derribo de un avión civil.
Los cuerpos de los pasajeros del MH17 aún no comenzaban a llegar de regreso a Holanda cuando se reportó que otro avión con decenas de pasajeros se estrelló mientras intentaba aterrizar en Taiwán.
El vuelo GE222 de TransAsia Airways, operado por un turbohélice ATR 72-500, se estrelló mientras intentaba aterrizar en Magong el pasado miércoles, luego de que intentara volver al ganar altura tras abortar un aterrizaje por mal tiempo.
En el vuelo GE222 viajaban 54 personas y cuatro integrantes de la tripulación. De ellos al menos 48 murieron cuando el avión se estrelló contra varias construcciones. El accidente del GE222 fue el primer desastre aéreo fatal en Taiwán en 12 años.
La semana también fue complicada en Medio Oriente, luego de que varias aerolíneas estadunidenses y europeas cancelaran el pasado martes varios vuelos a Tel Aviv tras la caída en las cercanías de un cohete disparado por Hamas.
Delta Air Lines, US Airways, Lufthansa, Alitalia, Air France y Turkish Airlines, entre otras, cancelaron sus vuelos al Aeropuerto Internacional Ben-Gurion a pesar de las protestas del gobierno israelí.
La Administración Federal de Aviación finalmente levantó la noche de este miércoles una prohibición de volar a Tel Aviv por razones de seguridad.
La semana fatídica se coronó este jueves con la desaparición del vuelo AH5017 de Air Algiere con 116 pasajeros, el cual cubría una ruta entre Burkina Faso y Argel.
El MD-83, operado por Swiftair, una chartera española, perdió contacto con los radares 50 minutos después de despegar de Ouagadougou, la capital de Burkina Faso.
El avión cubriría la ruta durante la madrugada de este jueves, pero nunca llegó a su destino.
En el avión iban 51 ciudadanos franceses, 27 ciudadanos de Burkina Faso, ocho libaneses, seis argelinos, cinco canadienses, cuatro alemanes, dos ciudadanos de Luxemburgo, uno de Suiza, uno de Bélgica, uno de Egipto, uno de Ucrania, un nigeriano, un camerunés, uno de Mali, además de seis integrantes de la tripulación españoles.
Según las autoridades francesas, el avión perdió contacto luego de que pidiera cambiar de ruta para rodear una zona de mal tiempo.
Aunque dos aviones de combate franceses han buscado el avión en el transcurso del día, hasta ahora no ha podido ser localizado.
“Todo indica que el avión se estrelló en el norte de Mali”, dijo el presidente francés Francois Hollande, en declaraciones desde París, luego de una reunión de emergencia de su gabinete.
A pesar de las recientes muertes, sigue siendo relativamente seguro viajar en avión. En la última década ha habido dos muertes por cada 100 millones de pasajeros de vuelos comerciales, sin incluir atentados terroristas. En contraste, tan sólo en Estados Unidos hay 30 mil muertes en accidentes de auto cada año, con un índice de mortalidad ocho veces más grande que el de los aviones.
Fuente: Excélsior