El presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita, dijo que renunciaba y disolvía el parlamento, horas después de que soldados sublevados los detuvieran junto a funcionarios de alto rango de su gobierno.
“No quiero que se derrame sangre para mantenerme en el poder”, dijo en un breve discurso transmitido por la televisión estatal. Keïta y el primer ministro, Boubou Cissé, estuvieron detenidos en el campamento militar Kati, cerca de la capital, Bamako.
Antes, los soldados amotinados habían tomado el control del campamento.
Las tropas estaban molestas por el pago que reciben y por un conflicto continuo con yihadistas, además de sentir un descontento generalizado de la población con el presidente Keïta.
Poco después del motín, Keïta apareció en la televisión estatal para anunciar su dimisión y dijo que el Parlamento también será disuelto.
En la transmisión recalcó que no quiere que se derrame sangre por su permanencia en el poder.
El motín y los arrestos del martes han provocado la condena internacional.
¿Qué sabemos del motín?
Fue dirigido por el coronel Malick Diaw, subdirector del campo de Kati, y otro comandante, el general Sadio Camara, informa Abdoul Ba, reportero de BBC Africa en Bamako.
Después de tomar el campamento, a unos 15 kilómetros de Bamako, los amotinados marcharon hacia la capital, donde fueron vitoreados por multitudes que se habían reunido para exigir la renuncia del presidente Keïta.
Por la tarde, los soldados irrumpieron en su residencia y arrestaron al presidente y a su primer ministro, que estaba allí.
— Ali Ag Mohamed | علي (@ALIUF) August 18, 2020
El hijo del presidente, el presidente de la Asamblea Nacional, los ministros de Relaciones Exteriores y de Finanzas se encontraban entre los otros funcionarios detenidos, según reportes locales.
El número de soldados que participaron en el motín no está claro ni tampoco sus demandas. Según algunos informes locales, fue propiciado por una disputa sobre la paga del ejército.
El campamento de Kati también fue el foco de un motín en 2012 organizado por soldados enojados por la incapacidad de sus superiores para impedir a los yihadistas y rebeldes tuareg tomar el control del norte de Mali.
Imágenes del periodista Alí Ag Mohamed mostraban humo saliendo de un edificio del Ministerio de Justicia en Bamako este martes.
Fuente: BBC/ Reuters