Las predicciones de algunos especialistas parecen cumplirse: después de la extradición de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, a Estados Unidos, la violencia y homicidios aumentaron en México.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) revelan que en enero pasado se cometieron 1.948 homicidios.
La cifra es 30% mayor a los asesinatos que ocurrieron en el mismo mes del año pasado.
Según especialistas, el aumento en la violencia está relacionado con la extradición de quien fuera uno de los principales líderes del Cartel de Sinaloa.
Eso ya se esperaba, le dice a BBC Mundo Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).
“La extradición genera más violencia porque los grupos opositores al Cartel de Sinaloa, y específicamente a la persona de Guzmán Loera, piensan que hay debilitamiento de la organización”, explica.
“Los escenarios de violencia se incrementan por la disputa del mercado de la droga, no sólo en Estados Unidos sino en otras partes del mundo”.
Triángulo Dorado
La quinta parte de los homicidios en enero pasado se cometieron en Sinaloa y Chihuahua, donde se ubica el territorio que controlaba el Chapo.
En los últimos días la violencia se concentra en el llamado Triángulo Dorado, una zona montañosa donde se produce la mayor parte de la heroína que se exporta a Estados Unidos.
La región es controlada por los hijos del capo, Iván y Alfredo Guzmán Salazar, conocidos como “Los Chapitos”.
Los jóvenes cuentan con el respaldo de su tío Aureliano Guzmán Loera, el Guano, y de Ismael Zambada García, el Mayo, actualmente el líder más importante de la organización.
Desde el año pasado, después de la tercera recaptura del Chapo, el cartel de los hermanos Beltrán Leyva pretendió quedarse con el territorio.
Pero además después del 19 de enero, cuando el capo fue extraditado, grupos internos de la organización también empezaron una disputa por la zona.
Esta es, de hecho, una de las razones por las que aumentó la violencia en el país, coinciden especialistas.
Guerra civil
Las autoridades reconocen que existe una batalla interna en el Cartel de Sinaloa.
“El Cartel del Pacífico, como es conocido, ante la ausencia de su líder está peleando el mando de la organización“, señala el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos.
El del Pacífico es uno de los nombres con que se conoce al grupo de Sinaloa. “El problema se está dando entre ellos”, insiste el militar.
Por esta guerra el Ejército envió más soldados a Sinaloa, especialmente al Triángulo Dorado, la trinchera con más enfrentamientos armados.
De acuerdo con especialistas y algunos medios, en esta disputa interna se conoce al menos dos bandos: los hijos y el hermano de Guzmán Loera, por un lado, y el grupo encabezado por Dámaso López Serrano, el Mini Lic.
López Serrano es un joven de 27 años de edad hijo de uno de los principales colaboradores del Chapo, Dámaso López Núñez, el Licenciado.
En Jalisco, fue subdirector de seguridad en la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, de donde Guzmán Loera escapó por primera vez en 2001.
Según las investigaciones del caso el Licenciado preparó la fuga y luego se incorporó al Cartel de Sinaloa donde se convirtió en uno de los líderes principales.
Traición
Durante el tiempo que el Chapo permaneció en prisión tras ser reaprehendido dos veces, los Dámaso –padre e hijo– respetaron el territorio que el capo heredó a su familia.
Pero la situación empezó a cambiar cuando Guzmán Loera empezó a perder los amparos para evitar su extradición.
Los ataques que sufrió la madre del capo en su rancho y el asesinato de amigos cercanos al grupo familiar les hicieron pensar que los Chapitos y el Guano estaban débiles, coinciden especialistas.
El escenario cambió tras la extradición. A partir de ese momento empezó la guerra por el territorio.
“Los Dámaso están actuando por sí mismos, están fuertes porque son operadores financieros”, le dice a BBC Mundo José Reveles, autor de varios libros sobre narcotráfico como “El Chapo, entrega y traición”.
“El Mini Lic tiene menos de 30 años y ya se cree el jefe de jefes, tiene fama de ser bastante violento”.
Uno de los episodios más conocidos de esta guerra civil ocurrió a principios de febrero.
En una carta que se publicó en varios medios locales se cuenta que el Licenciado trató de asesinar a Ismael Zambada y los hijos de Guzmán Loera.
El documento, que se atribuye a los Chapitos, señala que Dámaso López los citó a una reunión para aclarar el secuestro de los Chapitos ocurrido en agosto de 2016.
Pero al llegar al sitio del encuentro fueron emboscados. “Al poco instante comienzan a disparar en contra de la escolta personal de la familia, quedando muertos al instante”, señala el texto.
“Al darse cuenta que fueron traicionados por el licenciado Dámaso López al intentar asesinarlos, para así terminar todo de raíz”.
Más violencia
Por lo pronto según los especialistas es previsible que la violencia continúe, no sólo en Sinaloa sino en otras partes del territorio controlado por el Cartel.
Eso ocurre por ejemplo en Jalisco, donde residen las familias de algunos capos.
El 9 de febrero en el municipio de Zapopan fue asesinada Idalia Romelia Salazar González, hermana de la madre de los Chapitos.
Episodios como éstos pueden repetirse e incluso no puede descartarse un rompimiento de los grupos internos del cartel, insiste el investigador Martín Barrón.
“Puede pasar lo mismo que ocurrió con el Cartel del Golfo: cuando extraditan a Osiel Cárdenas (su líder) el grupo se fractura en dos”, explica.
“Eso generó una de las etapas más violentas en el noreste del país, sobre todo por el Cartel de los Zetas y lo que ha desembocado en los últimos años”.
Fuente: Animal Político