El operativo del 1 de mayo ocurrió de madrugada, no a la luz del día, como se ha dicho oficialmente. El objetivo era atrapar a Nemesio Oseguera, “El Mencho”, según confirmaron a Reforma fuentes cercanas a la operación fallida.
Fuerzas federales se desplazaron guiados por información de inteligencia hacia la zona donde presuntamente se ubicaba el líder del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El operativo trataba de repetir el esquema exitoso en la detención de otros capos del narco: una acción sorpresiva entre 3 y 4 de la madrugada cuando menos lo esperara el delincuente. La vigilancia aérea con helicópteros era la clave de la detención. Así ocurrió, por ejemplo, con la detención de Miguel Treviño, alias “Z40”, detenido en julio de 2013 en un camino al sur de Nuevo Laredo.
Pero en esta ocasión el plan falló. El helicóptero derribado de la Fuerza Aérea Mexicana en el camino de Casimiro Castillo-Villa Purificación, transportaba paracaidistas que bajarían a rapel para apoyar una operación de intercepción del convoy que protegía al cabecilla del cártel.
La nave realizaba un vuelo estacionario para facilitar el descenso de los fusileros. Tres descendieron a rapel pero apenas tocaron tierra fueron recibidos con disparos por los sicarios.
El helicóptero quedó a una posición alcanzable para que los leales a “El Mencho” sorprendieran matando al piloto con disparos; después vino el impacto del primer RPG que derribó al helicóptero. Algunos soldados saltaron. Varios quedaron atrapados en árboles y enramadas. Otros murieron calcinados.
Conforme testimonios de fuentes cercanas al operativo, los efectivos federales fueron cazados por los sicarios. “El Mencho” escapó.
Fue, con esta, la quinta ocasión que el jefe del CNJG elude a las fuerzas de seguridad.
El Ejército, la Marina y la Policía Federal han implementado desde 2010 operaciones para capturarlo, pero sin resultados.
En algunos casos los criminales respondieron con narcobloqueos o enfrentamientos directos contra los uniformados.
En noviembre de 2010, autoridades lo ubicaron cerca del Hospital Ángel Leaño, al norte de Guadalajara, pero al llegar al sitio donde supuestamente se encontraba, los elementos sólo hallaron 40 kilos de la droga conocida como “crystal” y dos rifles de asalto AR-15.
El 25 agosto de 2012, se montó otro operativo para su captura en Tonaya, lo que desató decenas de bloqueos en la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero el capo también logró escapar. En esa ocasión, incluso la Policía Federal informó extraoficialmente sobre su detención.
Un mes después, se hizo otro operativo en el fraccionamiento Terranova, en Guadalajara. Se detuvieron a 4 de sus sicarios, pero no al capo.
Y en julio de 2013, se le ubicó en el municipio de El Grullo, su zona de influencia, pero éste alcanzó a escapar de nuevo.
Autoridades federales dijeron el martes tras una reunión del gabinete de seguridad con funcionarios de Jalisco que Oseguera Cervantes es uno de los 122 objetivos prioritarios del gobierno en materia de combate a la delincuencia organizada.
De acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos, la organización de “El Mencho” se ha convertido en uno de los grupos más poderosos del narcotráfico en el País.
Fuente: Reforma