Unas 2,000 armas entran de forma ilegal en territorio mexicano a diario. Anualmente la cifra asciende a un total de 730,000 unidades. Según un análisis conjunto elaborado por la Universidad de San Diego, California, EE.UU., y el Instituto Igarapé, Brasil, el tráfico de armas en México deja ganancias anuales de 127 millones de dólares.
México se ha convertido en el paraíso del tráfico de armas para los grupos criminales, según denuncian los expertos. De los casi 15 millones de armas que circulan en el país, alrededor de 13 millones tienen procedencia ilegal. El principal proveedor es EE.UU.
Una parte importante de las armas que se ofrecen en el mercado negro proviene de EE.UU. Existen dos fuentes principales. Una parte se introduce por los incontables cruces ilegales que existen en los más de 3,000 kilómetros de frontera común. Otra parte, aunque a menor escala, es fruto del desvío de armamento de uso exclusivo de las fuerzas armadas y policiales efectuado por funcionarios corruptos.
“Las características propias del conflicto centroamericano en los años 80 permite también entender que hay un flujo constante de armamento por la frontera sur. Pero indudablemente, de una manera abrumadora, algunos cálculos afirman que del 80% al 75 % del armamento que actualmente existe en nuestro país proviene de EE.UU.”, denuncia ante RT José de Jesús González Rodríguez, investigador del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados (CESOP).
En esta materia, funcionan las leyes del mercado: en la zona fronteriza con EE.UU., las armas son mucho más baratas, comenta, a su vez, la escritora Magda Coss, autora del libro Tráfico de armas en México.
“En la frontera norte son más baratas las armas porque las pueden pasar de las armerías legales que están en EE.UU. Se calcula que hay más de 12.000 armerías en los estados fronterizos con México. Digamos que cuesta menos pasar armas en la frontera. Se calcula que por ejemplo un AK-47 puede costar 500 dólares en la zona fronteriza, y que en la Ciudad de México puede costar 1.000 dólares”, asevera Coss.
Según la investigación del CESOP, en Texas tiene origen el 40% de las armas que han llegado a manos de narcotraficantes mexicanos. Los ingresos de miles de millones de dólares procedentes del tráfico de droga han permitido que Los Zetas y el Cártel del Golfo figuren entre los grupos civiles armados más prósperos del mundo.
“En México el crimen organizado accede a armas de alto poder y ni el Gobierno norteamericano ni el mexicano nos dan explicaciones adecuadas de cómo llegaron las armas a sus manos. La Policía en México nos dice continuamente que se enfrenta a personas armadas y que, en ocasiones, se enfrenta a personas mejor armadas que las propias instituciones policiales. Ello debería, por supuesto, provocar reclamos internacionales y un reacomodo mayor en el acuerdo en torno a las armas entre México y EE.UU. No hay voluntad política de ninguna de las dos naciones para enfrentar esto en profundidad”, insiste Ernesto López Portillo, fundador y director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Democracia.
El 65% de los ingresos ilegales de las armas está destinado a abastecer a los cárteles de la droga y al crimen organizado. El 35% restante lo poseen civiles como alternativa de defensa ante la ola de inseguridad que crece en el país, según la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional del Congreso.
Fuente: RT