Las víctimas de pederastia del sacerdote y exrepresentante legal de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Eduardo Córdova Bautista, serán atendidas por la Procuraduría General de la República, anunció el exsacerdote Alberto Athié, quien dijo que la PGR se comprometió a iniciar una investigación de los casos y recibirá todas las denuncias conocidas, además de las que pudieran surgir después.
Athié exigió al procurador general de justicia del estado, Miguel Ángel Covarrubias, que requiera formalmente a la Arquidiócesis para que entregue toda la documentación, denuncias o testimonios referidos a los abusos sexuales de los que se responsabiliza a Córdova Bautista.
Aclaró que, debido a la circunstancias de ocultamiento y complicidades en torno a la actuación del padre Córdova, se optó por recurrir a la instancia federal para que tomara el caso a través de la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas.
A Córdova Bautista se le atribuyen decenas de casos de abusos –en distintos grados– en contra de jóvenes de quienes fue maestro, guía o asesor espiritual, así como de los que estuvieron bajo su tutela en colegios como el Instituto Potosino o movimientos católicos que fundó a lo largo de los últimos 30 años.
La conferencia de prensa en la que se presentaron un par de víctimas de abuso sexual por parte Córdova Bautista, se convirtió en un acto de solidaridad de los familiares, amigos y otros ciudadanos que sacaron pancartas y exigieron “¡justicia, justicia!”. Demandaron que el sacerdote sea procesado ante las autoridades civiles.
Y es que, al menos desde hace una década, la Arquidiócesis de San Luis Potosí inició un proceso para investigar los presuntos actos de pederastia del sacerdote. Derivado de ello, en una primera instancia Eduardo Córdova fue exonerado por el Tribunal de la Arquidiócesis en el 2008.
Sin embargo, recientemente el arzobispo Cabrero reconoció que la Santa Sede tiene un proceso abierto contra el religioso, aunque no ha llegado a su conclusión.
Los testimonios fueron de Humberto Abaroa y Gunner Mebuis, alumnos de Córdova Bautista en el Instituto Potosino, antes de que éste ingresara al seminario y se convirtiera en sacerdote.
Abaroa describió el modus operandi del entonces maestro de Ciencias Sociales y responsable del grupo en el cual él estudiaba. Dijo que con cualquier pretexto mandaba a los alumnos a su oficina donde se encerraba con ellos, los obligaba a desvestirse, les hacía tocamientos y les hablaba de la masturbación. Si se negaban, los amenazaba con reprobarlos.
Los padres del entonces adolescente y de otros que recibieron denuncias similares hablaron con las autoridades del colegio y exigieron la inmediata destitución de Córdova. Al poco tiempo, éste salió de la institución.
“En lo que sí la regamos es en que regresó. Ahora hay más de cien víctimas y la sociedad no hace nada, el gobierno no hace nada”, dijo Abaroa.
Agregó que espera que su testimonio sirva a las víctimas de apoyo para hacer la denuncia. “No están solos, se ha formado un grupo de gente que está empezando a hacer fuerza. Ojalá que podamos hacer algo, porque la Iglesia no va a hacer nada y el gobierno no va a hacer nada. La sociedad y las víctimas sí, es por los hijos de todos en San Luis”, dijo.
Gunnar Mebius recordó el momento en que Eduardo Córdova lo amenazaba con con reprobarlo mientras comenzaba a tocar su tobillo “y cada vez más arriba”. Narró: “alguien tocó a la puerta. Yo me salí. Me arrepiento de no haber hecho lo que debía haber hecho. Tenía 14 años. Yo no fui de los que hablaron, me lo guardé. Me quedé con un coraje pensando en lo que me pudo haber pasado”.
Al paso del tiempo, cuando se enteró que su agresor se consagró como religioso, recordó: “Me dio coraje, ¿cómo puede permitir la iglesia con esos antecedentes? Porque era obvio que se sabía, si lo habían corrido”.
Luis Nava, de la asociación Iniciativa Ciudadana, informó que después del acercamiento con una de las víctimas anónimas, se decidió integrar un grupo que dará respaldo legal y social a quienes se acerquen a denunciar.
El representante descartó la presunta protección del gobernador Fernando Toranzo y su esposa al clérigo, quien fungía hasta hace poco como integrante del Consejo Ciudadano por la Transparencia en Licitaciones de Obras por invitación de Toranzo.
Dijo tener la seguridad de que, si ya se dio la indicación a la Procuraduría estatal de pedir los expedientes a la Arquidiócesis que encabeza el arzobispo Carlos Cabrero, “es porque existe la voluntad de actuar”.
Fuente: Apro