El papa Francisco se reunió el domingo con víctimas de abuso sexual y prometió hacer rendir cuentas a los responsables por el escándalo dentro de la Iglesia católica. El pontífice se encontró con ellos en su último día de visita en Estados Unidos, con lo que envió una advertencia poderosa a los obispos acusados de encubrir a curas pederastas en lugar de reportarlos a la policía.
En un gesto de reconciliación apenas unas horas de regresar a Roma, el papa elogió a las víctimas como “verdaderos heraldos de misericordia”, quienes merecen la gratitud de la Iglesia católica por ayudar a descubrir la verdad.
“Dios llora. Los crímenes y pecados de los abusos sexuales a menores no pueden ser mantenidos en secreto por más tiempo. Me comprometo a la celosa vigilancia de la Iglesia para proteger a los menores y prometo que todos los responsables rendirán cuentas”, dijo Francisco en español durante el Encuentro Mundial de las Familias 2015 en Filadelfia.
“Ustedes, ellos, los supervivientes de abuso se han convertido en verdaderos heraldos de esperanza y ministros de misericordia”, agregó.
Se trata de la segunda reunión en su tipo. Francisco se reunió con víctimas de abuso sexual en el Vaticano en julio de 2014.
Sin embargo, en una decisión que marca un nuevo esfuerzo de parte de la Iglesia para darle una nueva forma al debate, el Vaticano dijo que no todas las cinco víctimas en la reunión del domingo fueron objeto de abuso por parte de sacerdotes; algunas de las víctimas -tres mujeres y dos hombres- fueron agredidas por familiares o educadores.
Más tarde el domingo, el papa visitó la prisión más grande de Filadelfia para ofrecer esperanza y aliento a unos 100 reclusos, entre ellos presuntos asesinos, violadores y mafiosos. Los saludó uno por uno, junto con sus familias, diciéndoles que pasen su tiempo tras las rejas para volver a poner sus vidas en el camino correcto.
Por la tarde, Francisco tenía previsto celebrar la última misa sobre suelo estadounidense en la avenida más grande de Filadelfia, Benjamin Franklin Parkway, donde los organizadores esperan la llegada de hasta un millón de fieles.
Se espera que sea el evento más grande de su visita de seis días a Estados Unidos, un viaje que también lo llevó a Washington DC y Nueva York, donde habló ante el Congreso y Naciones Unidas y pidió una acción global urgente contra el cambio climático y la pobreza.
La Arquidiócesis de Filadelfia se vio fuertemente golpeada por el escándalo de abuso sexual y ha sido objeto de repetidas investigaciones del gran jurado de procedencia, entre ellas una pesquisa que la acusó de mantener en su asignación a más de tres decenas de sacerdotes que enfrentan acusaciones graves.
Un monseñor fue declarado culpable de poner en peligro a niños por no expulsar de la Iglesia a sacerdotes pederastas, convirtiéndose en el primer clérigo estadounidense condenado por ese delito.
El papa ordenó la creación de un tribunal vaticano para procesar a los obispos que no lograron proteger a su rebaño y ha aceptado la renuncia de tres obispos de Estados Unidos acusados ??de mal manejo de casos. Durante la reunión previa con las víctimas, el máximo representante de la Iglesia católica también se comprometió a hacer rendir cuentas a los obispos responsables.
No obstante Francisco, y los obispos estadounidenses han argumentado también que el abuso de menores es un problema grave que va más allá de la Iglesia, sobre todo en familias y escuelas. El encuentro con las víctimas atacadas por personas que no eran sacerdotes subrayó ese punto.
Los grupos de apoyo a las víctimas de pederastas no se mostraron impresionados por la reunión del domingo, que tuvo lugar un día después de que el papa ofició misa junto al cardenal Justin Rigali, que era arzobispo de Filadelfia cuando la arquidiócesis fue acusada de albergar a curas pederastas.
La principal organización de apoyo a las víctimas, SNAP, restó importancia al encuentro del domingo, diciendo que solo fue un ejercicio de relaciones públicas.
“Un niño en cualquier lugar de la Tierra estará más seguro ahora que un papa, tal vez por séptima, octava o novena vez, tuvo una charla breve con víctimas de abusos? No” dijo David Clohessy, miembro de SNAP.
El padre Tom Doyle, abogado canónico que trabajaba en la embajada del Vaticano en Washington y que ahora es un defensor de las víctimas, dijo que el haber incluido el domingo a más que puras víctimas de clérigos abusivos “minimiza gravemente” el problema dentro de la Iglesia.
“No creemos que vayamos a tener ningún apoyo real para que esto cambie desde el liderazgo en el Vaticano”, dijo Doyle en una entrevista telefónica. “Ellos tienen esta gran reunión de las familias, pero no ha habido un espacio real para todas las familias que la Iglesia católica ha destruido a través del abuso sexual”, agregó.
Fuente: AP