Conocidos de Omar Mateen dibujan un perfil contradictorio sobre su relación con la comunidad homosexual. Acudía dos veces al mes al Pulse y recurría a un red social de contactos entre personas de la comunidad gay
Por Joan Faus
En la puerta del apartamento de Omar Siddique Mateen, el autor de la matanza de Orlando, cuelga una corona de ramas verdes. Las cortinas están parcialmente cerradas. Nada llama la atención en el oscuro pasillo en el que está su casa. Pero en la entrada al complejo residencial el paisaje no es el habitual: hay apostados coches de policía y furgonetas de cadenas de televisión.
Mateen, un estadounidense de origen afgano de 29 añs que la madrugada del domingo mató a 49 personas en una discoteca gay, vivía en Fort Pierce (Florida), un municipio costero a 200 kilómetros al sureste de Orlando. El suyo era un barrio tranquilo, con muchas familias latinas, con sencillas casas bajas con jardín, palmeras y banderas estadounidenses en los porches.
Angélica Ortiz, una mexicana de 30 años que lleva 10 años en Fort Pierce, vive en una casa situada al lado de la entrada al complejo de apartamentos Woodland en que vivía Mateen. “Por aquí pasaba regularmente, jamás nos imaginamos que nuestro vecino estuviera planeando eso detrás de nuestra casa”, dice. “Juegan nuestros hijos afuera. Toda la gente que vive aquí nos conocemos”.
El asesino condujo las dos horas que separan este municipio idílico -de 43.000 habitantes, ritmos pausados y frente al océano Atlántico- de la discoteca Pulse en Orlando. Por qué lo hizo exactamente sigue siendo un misterio, más allá de que juró lealtad al Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) justo antes de perpetrar su sin razón.
Sin embargo, según avanzan las horas, sobresalen algunas pistas que permiten construir un perfil más completo -y contradictorio- del asesino, que murió abatido por la policía.
El padre y algunos conocidos de Mateen aseguran que había manifestado su odio hacia los homosexuales. Pero otros conocidos dijeron este lunes a varios medios de comunicación estadounidenses que el tirador había acudido al club gay Pulse al menos una decena de veces y había utilizado una aplicación online de citas entre personas homosexuales.
Además, un hombre, que se viste de drag queen, aseguró que hasta hace unos años quedaba con Mateen y que nunca le pareció homófobo. Y su exmujer dijo que podría ser que fuera gay y que lo ocultara por vergüenza.
Mateen acudió de manera regular al local de ambiente gay antes de perpetrar el atentado, que también dejó 53 heridos, según han revelado varios testigos al diario local Orlando Sentinel. “Venía y se ponía a beber solo en una esquina, y a veces estaba tan borracho que se ponía a dar voces y muy beligerante”, según Ty Smith, quien ha añadido al diario que Mateen fue al bar Pulse “al menos una docena de veces”.
La prensa local subraya que al menos cuatro clientes habituales del club recuerdan las visitas de Omar Mateen, aunque esta información no ha sido corroborada por la policía de Orlando. Chris Callen, que trabajó en el Pulse, ha contado a CNN que en los últimos tres años el asesino iba al menos dos veces al mes al bar. “Se le veía muy cómodo”, asegura.
Por su lado, otro cliente del Pulse, Kevin West, ha contado a Los Angeles Times que Mateen contactó con él en varias ocasiones a través de una aplicación para contactos entre personas de la comunidad gay. West ha añadido que vio a Mateen entrar en el club nocturno donde este perpetró el atentado una hora antes de que comenzara el tiroteo. Otros clientes del bar han coincidido en afirmar a la cadena MSNBC que el terrorista era un usuario habitual de la aplicación Grinder.
Las investigaciones prosiguen para tratar de aclarar todos los extremos de la matanza, la mayor en Estados Unidos desde los ataques del 11-S. La principal hipótesis es que Mateen es un terrorista aislado (lobo solitario), inspirado en el ISIS (este grupo terrorista ha reclamado para sí el atentado) y radicalizado a través de las redes sociales.
Fuente: El País