Las grandes petroleras internacionales han esperado volver a México desde que fueron expulsadas hace 76 años, y la nueva reforma energética les invita a regresar pero por ahora aguardan cautelosas a conocer las condiciones de los contratos antes de comenzar a perforar, estimaron expertos.
El “apetito” de las gigantes firmas petroleras “es muy grande”, ha insistido Emilio Lozoya, director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), la compañía que hasta ahora monopolizaba el sector petrolero y gasífero de México. El Congreso mexicano concluyó la noche del miércoles la aprobación del marco regulatorio de la reforma, que abre la exploración y producción de hidrocarburos a la competencia de compañías privadas nacionales y extranjeras.
Según Lozoya, una vez que ese reglamento sea promulgado por el presidente Enrique Peña Nieto, principal impulsor de la reforma, “solo resta que ese apetito y ese interés, esa inversión, se traduzca en infraestructura y en empleos”.
Prueba de fuego
Para expertos consultados por la AFP, falta algo más que tiempo para que desembarquen en México todos los inversionistas que el Gobierno aseguró que llegarían por la reforma.
“Es obvio que las grandes empresas internacionales tienen interés en venir, pero están a la expectativa, quieren ver más”, dijo David Shields, autor de libros sobre la materia como “Pemex, la reforma petrolera” (2006).
Los inversionistas extranjeros esperarán a ver al menos el primer “proyecto de contrato de exploración con posibilidad de producir petróleo” para darse idea de cuánto tendrán que pagar de impuestos y cuáles son los riesgos y beneficios, explicó Shields.
“Aún necesitamos ver proyectos específicos (…) esa será la verdadera prueba”, comentó Pete García, director ejecutivo de la Cámara de Comercio México Americana en Houston, considerada la capital petrolera de Estados Unidos.
“La gente quiere, antes de invertir millones de dólares, estar segura de que entiende todos los aspectos legales”, expuso en entrevista telefónica.
Por lo pronto en la Cámara de Comercio Americana en México existe un grupo de trabajo sobre el tema con representantes de las gigantes petroleras Exxon (Estados Unidos) y BP (Reino Unido). García también reveló que el banco español Santander abrió una sucursal en Houston sólo para financiar proyectos relacionados con la reforma mexicana.
Raymundo Tenorio, investigador de la universidad privada Tec de Monterrey, señala otros aspectos que podrían desanimar al empresariado. La reforma incluye “una carga impositiva brutal que irá paulatinamente bajando”, advirtió.
Además existe “la posibilidad de que Pemex pueda reclamar la compartición de la exploración y explotación”, abundó Tenorio, ya que la reforma otorga a la estatal prioridad en la asignación de proyectos estratégicos.
El presidente de la comisión de Energía del Senado, David Penchyna, del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), explicó el jueves a la prensa extranjera que las incertidumbres se disiparán con la reglamentación que elaborará el Ejecutivo.
Penchyna espera que este mismo año “el Ejecutivo expida cerca de 70 reglamentos”, de tal forma que los primeros contratos entre el Estado mexicano e inversionistas se firmarán en 2015.
Otra preocupación de los empresarios es la inseguridad en la cuenca de Burgos, situada en el norte del país y sede de grandes refinerías, por ser una región azotada por grupos del narcotráfico, prosiguió por su lado García.
La corrupción también podría ahuyentar, dijo Shields. “Será cuestión de que el Gobierno demuestre que pueden ser transparentes, que puede haber un terreno limpio, parejo”, consideró.
‘Mano dura’ con petroleras
Durante una reciente visita a México, el gobernador de California, Jerry Brown, recomendó al país que tenga “mano dura” en su trato con empresas petroleras privadas. De lo contrario “se los van a comer vivos”, advirtió.
Fuente: AFP