Desde este 1 de septiembre, penaliza el aborto en el estado de Texas desde que se detecta el latido del corazón del ser humano en el vientre de su madre: a las seis semanas de gestación.
Una ley de Texas que prohíbe la mayoría de los abortos entró en vigor el 1 de septiembre después de que la Corte Suprema no respondiera a una moción de emergencia que le pedía que bloqueara la ley.
El Proyecto de Ley del Senado 8 prohíbe a los médicos realizar abortos a menos que hayan intentado detectar un latido fetal. Solo si no se detecta un latido del corazón, el médico puede realizar un aborto , a menos que exista una emergencia médica.
El senador estatal Bryan Hughes, un republicano que patrocinó el proyecto de ley, lo ha calificado de “la legislación pro-vida más poderosa en la historia de Texas” y ha dicho que servirá de modelo para el país.
Lo que distingue a Texas de otros estados que han promulgado leyes en defensa de la vida desde la concepción es que permite que las personas demanden a un proveedor de servicios de aborto o a cualquier persona que haya ayudado a alguien a abortar después del límite establecido. Además contempla un subsidio de hasta 10 mil 000 dólares para quien denuncie la comisión de este delito.
La legislatura controlada por los republicanos aprobó la ley a principios de este año. Luego fue firmado por el gobernador Greg Abbott.
Los incentivos de la demanda significarán un duro golpe para la empresa más grande del mundo en lucro con la vida de seres humanos inocentes: la Planned Parenthood. Desde ahora, deberá financiar miles de juicios y abogados para asumir los costes de las múltiples denuncias en su contra.
Cabe destacar que la mayoría de embarazos no se detectan antes de las seis semanas.
“Texas es ahora el primer estado en hacer cumplir una ley de latidos del corazón”, dijo Texas Right to Life, un grupo pro-vida, en un comunicado.
Por causa de la pandemia del coronavirus, Texas ya había prohibido temporalmente acceder a abortos desde abril de 2020, pues resultaba no solo éticamente contradictorio sino médicamente insostenible dedicar recursos a matar cuando había tantas vidas por salvar. Entonces las autoridades buscaron ayudar a preservar el espacio hospitalario y el equipo de protección personal para las pacientes con COVID-19.
Como consecuencia, aumentó 12 veces el número de mujeres que acudían a otros estados a practicarse abortos. Durante ese tiempo, Planned Parenthood of the Rocky Mountains, que incluye clínicas en Colorado, Nuevo México y Nevada, informó sobre un aumento de pacientes provenientes de Texas. Dicha institución espera un incremento de pacientes texanas ahora con la entrada en vigencia de una ley más severa.
Fuente: AltMedia/ PanamPost