Exfuncionarios de la ASF narraron la reticencia y las prácticas que implementaron para ocultar información relacionada con la Estafa Maestra
Exfuncionarios de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) narraron la reticencia y las prácticas que Rosario Robles y sus funcionarios cercanos implementaron para ocultar información relacionada con la Estafa Maestra.
Durante la sesión de la Sección Instructora de la Cámara de Diputados para desahogar testimoniales del juicio político en contra de la ex funcionaria federal, aseguraron que ella sabía de los desvíos de recursos públicos y del modus operandi implementados por las secretarías de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y de Desarrollo Social (Sedesol) para llevar a cabo éstos.
Lo anterior, indicaron, porque ella misma solicitó reuniones con los auditores. No obstante, se negó a acudir a las instalaciones del organismo para entregar la información requerida, las dependencias a su cargo siempre entregaron la misma información para tratar de solventar las irregularidades documentadas e incluso se negaron a recibir los oficios enviados por el órgano fiscalizador.
Muna Dora Buchahin, ex Directora de Auditoría Forense de la ASF, relató que las primeras auditorías por la llamada Estafa Maestra comenzaron en 2013 y se extendieron al menos hasta 2016.
Desde el principio, indicó quien fue despedida luego de documentar dicho esquema, hubo resistencia y ocultamiento de información por parte de las dependencias entonces a cargo de Robles.
“En efecto, era muy difícil que entregaran toda la información, porque desde el principio había mucha resistencia y había ocultamiento”, informó.
La exauditora detalló que otro común denominador de los funcionarios relacionados con la Estafa Maestra fue la creación de documentos para simular la entrega-recepción de los servicios y bienes contratados a través de convenios entre Sedesol o Sedatu y universidades públicas, así como impedirles la entrada a bodegas de proveedores y de la dependencia para verificar el resguardo de las adquisiciones y negarse a colaborar en la localización de los proveedores vinculados a los convenios.
“El modus operandi consistía en la simulación de servicios para pagarlos, se pagaban y se integraban todos los papeles documentables que podrían soportar esos egresos, pero en la realidad no existía eso, lo documentamos con testimonios de los beneficiarios, con testimonios de los propios funcionarios y fue recurrente año con año”, afirmó.
Dijo que esto lo determinaron a través de entrevistas a Rectores, funcionarios involucrados en los contratos y beneficiarios, así como con inspecciones y verificaciones físicas.
“Un documento puede ser fabricado con esa intención (simular servicios), pero abajo debe haber soporte documental, justificativo y toda la aclaración que permita documentar que el servicio llegó, porque si no se hace hay una simulación de servicios y las personas que participaron en ello confesaron, dieron su testimonial y eso es indubitable”, afirmó.
El exauditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal, indicó que la dependencia a su cargo hizo del conocimiento de Robles todos los hallazgos de las revisiones, e incluso le explicó a través de un mapa el modus operandi que configuró la Estafa Maestra.
“Personalmente, le mostré el modus operandi a través de unos mapas del dinero que llega de la Secretaría de Hacienda a la Sedatu, cómo lo distribuyeron a universidades y otros muchos, cómo se perdió el dinero. Ella lo sabía”, reiteró.
A pregunta expresa de los abogados de la ex funcionaria federal, Portal recordó que Robles envió una camioneta con 65 cajas de documentos. Rechazó que la ASF se negara a recibir éstas, y argumentó que le solicitaron resguardar las cajas para su revisión posterior.
El exauditor dijo que los documentos contenidos en dichas cajas eran basura, como toda la documentación que habían entregado para solventar las observaciones de la ASF.
“En reunión con la señora (Robles) y el Oficial Mayor (Emilio Zebadúa) que le manejaba todo, el Oficial Mayor me informó que ya estaba afuera la comprobación en un camión con 65 cajas, era basura, fotocopias que no tenían relación con los pagos”, indicó.
El desahogo de testimonio continúa con el de Enrique González Tiburcio, ex Subsecretario de Ordenamiento Territorial, quien se negó a dar su testimonio bajo protesta de decir la verdad, debido a que se encuentra bajo un proceso penal ligado a la Estafa Maestra.
Fuente: Reforma