Por Yazmin Cardoso
Las mujeres que han sufrido de cáncer de mama saben perfectamente lo difícil que resulta darle la batalla a esta silenciosa y mortal enfermedad. Así algunas han tenido que someterse a unamastectomía que finalmente les deja como saldo cicatrices imborrables y una autoestima dañada.
Algunos empatizan con este dolor de haber perdido una parte importante del cuerpo y han creado iniciativas para poder sanar la angustia. Así los tatuajes se posicionan como una solución alternativa a la cirugía reconstructiva.
Vinnie Myers se dedica a pintar areolas y simular pezones con su técnica en 3D. Este tatuador lleva más de 15 años con esta labor en su tienda Little Vinnies Tattoos en Finksburg, Maryland.
Myers ha tatuado más de 4.000 pezones de mujeres que solicitan de su talento, al jugar con las sombras y proyectar un pezón en 3D. Por lo mismo que se le conoce como el “Da Vinci de los pezones” y su trabajo oscila entre los 600 y los 900 dólares.
Carolina Ramírez también es tatuadora, pero es oriunda de Temuco en Chile. Siguió los pasos de Myers y con el fin de ayudar a las mujeres que vencieron el cáncer en su ciudad, en 2015 lanzó unacampaña gratuita para “reconstruir pezones” a través de su arte, que varios comenzaron a imitar.
Ambos viven en dos lugares muy distintos en el mundo, pero han sentido la misma emoción al ver las reacciones de mujeres que sacan una sonrisa y les agradecen por su trabajo. Así los tatuajes pasan de tener un fin estético a uno terapéutico y que puede cambiar la vida y reparar la autoestima de una mujer.
Fuente: belelu