Arde el cielo en la Franja de Gaza como un mal presagio sobre hasta dónde puede llegar la escalada de la violencia entre israelíes y palestinos. Las refriegas transfronterizas de este fin de semana recuerdan los peores momentos del conflicto y tienen como telón de fondo una campaña electoral que puede radicalizar muchas posturas.
Haciendo gala de ardor guerrero, el gobierno de Benjamín Netanyahu no pone límites a la respuesta a los ataques que lanzan desde la franja grupos armados palestinos:
“El mundo debe entender que Israel no se quedará sentado mientras nos intentan atacar. Estamos preparados para intensificar nuestra respuesta”.
Las acciones de represalia israelí tras el ataque en el que resultaron heridos ayer cuatro soldados de un patrulla fronteriza han dejado ya seis palestinos muertos, cuatro de ellos civiles, y una treintena de heridos, varios de gravedad.
Hamás, que gobierna en la franja desde hace seis años, advierte de que “se trata de una escalada de la tensión muy peligrosa”.
Fawzi Barhoum, portavoz del grupo, afirma que “Israel se ha marcado como objetivo atacar y matar civiles. No podemos quedarnos quietos. No lo aceptaremos nunca”.
La rabia palestina se escapa en las ráfagas que disparan los milicianos que asisten a los funerales de los fallecidos en los ataques israelíes. En la memoria de todos, está la gran ofensiva que lanzó el Tsahal hace casi 4 años y que dejó 1,440 muertos, la mayoría civiles palestinos.
Fuente: euronews