El gobernador de Washington (noroeste), Jay Inslee, anunció hoy la suspensión de la aplicación de la pena de muerte en ese estado de EE UU, donde el castigo se restableció en 1975 y hay ocho hombres en el llamado “corredor de la muerte”.
Con esa decisión, que suma Washington a otros 18 estados de EE UU donde no se restauró la pena capital en 1976 o donde ha sido abolida, Inslee dijo que espera incorporarse a “una creciente conversación nacional sobre la pena de muerte”.
Desde que el Tribunal Supremo de Justicia de EE UU restableció la pena de muerte, cinco personas han sido ejecutadas en ese estado de la costa oeste, la primera en 1993 y la más reciente en 2010.
Durante una conferencia de prensa, Inslee explicó que durante meses ha estado estudiando los casos de condenas a muerte, y ha mantenido conversaciones con familiares de víctimas, con fiscales y policías, y llegó a la conclusión de que “hay demasiadas dudas acerca de este castigo, y demasiadas fallas en el sistema”.
Según Inslee, la aplicación de la pena capital es incoherente y desigual.
La suspensión ordenada por Inslee -a quien la Constitución del estado también le da la autoridad de perdonar a los condenados- sólo estará en vigor en tanto él continúe siendo gobernador.
“Durante mi mandato no ejecutaremos a nadie”, dijo Inslee, elegido en 2012. “Pero nadie sale de prisión tampoco”, agregó.
Fuente: EFE