Un grupo horizontal formado por periodistas de diversas procedencias comienza a dar de qué hablar al cubrir las protestas públicas en Brasil, mientras las portadas de los medios tradicionales cubren solamente la visita del Papa a aquel país.
El periodismo alternativo comienza a cobrar relevancia y agenciamiento en eventos alrededor del mundo: en este caso, mientras el Papa Francisco realizaba su primera visita a Brasil, un colectivo de periodistas digitales conocidos como los Mídia Ninja (Narrativas Independientes, Periodismo y Acción) siguió dando cobertura a las protestas de la población civil con la policía mientras los medios oficiales se regocijaban con la visita del personaje religioso.
Los Ninja sería un colectivo más o menos anónimo constituido por unas cien personas, organizadas según distintos niveles de implicación y transmitiendo sin cortes ni ediciones las protestas en el país; su consigna no es solamente reproducir la información, sino fundir periodismo con activismo. Como resultado de la cobertura que desde hace meses realizan en distintas ciudades brasileñas, la presencia de Ninja impacta mediáticamente a través de 139.000 fans en Facebook y más de 13 mil seguidores en Twitter, mientras que sus transmisionesen vivo suelen tener audiencias de más de 100 mil personas.
Este no es el único grupo de periodismo alternativo activo en Brasil, pero sí uno de los mejor organizados: asisten a las manifestaciones con carritos de supermercado cargados de computadoras, baterías, celulares y cámaras fotográficas, un verdadero arsenal que requiere planeación y ha acarreado algunas dudas entre los escépticos acerca del origen de los recursos que permiten que una organización así pueda operar.
El origen de los Ninja data del colectivo cultural Fora do Eixo, inaugurado en 2005, el cual obtiene recursos al organizar conciertos fuera de las ciudades grandes como Río de Janeiro y São Paulo, llegando a promover hasta 5 mil shows anuales en 200 ciudades del país. Pablo Capilé, líder de Fora do Eixo, afirma que el 95% de sus ingresos proviene de esta actividad, mientras que el resto proviene de concursos públicos de periodismo, aunque no niegan ni por un segundo su apoyo al PT y el Rede, pues para Capilé “los Ninja dejan muy claro la idea política que tienen de Brasil, no lo esconden”.
A pesar de estas dudas, ha sido la cobertura de los Ninja y sus denuncias públicas las que llevaron a las autoridades a investigar el caso de los policías infiltrados que encienden cocteles molotov dentro de los contingentes, con la clara intención de hacerlos parecer más violentos y provocar una respuesta contundente de la policía. El New York Times también los ha considerado una fuente creíble para seguir la cobertura de las manifestaciones en el país amazónico.
Fuente: Pijamasurf