Ya son 10,000 las víctimas mortales tras el paso por Filipinas del supertifón Haiyan, considerado como la tormenta más fuerte del año, según la policía local.
Estas estimaciones solo se refieren a las víctimas registradas en la provincia central de Leyte. Entre el 70 y el 80% de esta provincia Leyte ha quedado destruida: en las calles se aprecian viviendas completamente destruidas y carreteras intransitables por el gran número de postes de luz y de todo tipo de objetos arrasados.
“La devastación es total. Quien ha estado antes en Tacloban [la capital de Leyte], ahora no podría reconocer la ciudad”, dijo el teniente Jim Alagao, alto cargo del Ejercito.
La provincia de Cebú también ha sufrido serios daños, y tres de sus localidades se encuentran completamente aisladas. Mientras, la Policía de Filipinas informa que en la provincia de Capiz el 90% de los edificios y viviendas ha resultado dañado por Haiyan.
Tras arrasar el centro y el sur de Filipinas, donde alcanzó vientos máximos sostenidos de 314 kilómetros por hora, con ráfagas de hasta 379 kilómetros por hora, Haiyan se encuentra en el Mar del Sur de China y se desplaza en dirección a Vietnam, donde las autoridades ya han iniciado la evacuación de unas 500.000 personas.
Se prevé que el tifón toque tierra en la región central en la madrugada del domingo.
Las Naciones Unidas han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que asista al Gobierno de Filipinas en la atención a los afectados por el destructor tifón Haiyan.
La secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, dijo a través de un comunicado que la organización se mantiene activa para movilizar la ayuda que requieren los filipinos. A la iniciativa se han unido Rusia, EE.UU. y Canada.
Fuente: Actualidad RT