Los suicidios en las Fuerzas Armadas estadounidenses alcanzaron en 2012 la cifra récord de 349, frente a los 301 del año anterior, con lo que superan los muertos en combate en Afganistán, donde en 2012 muriron 310 efectivos, según fuentes militares.
El creciente número de suicidios, algo que tanto funcionarios como legisladores califican de epidemia, se atribuye a la tensión de más de una década de guerra, alimentada por problemas de salud mental, abuso de drogas y alcohol, así como altas tasas de divorcio.
“Estamos profundamente preocupados por los suicidios en las Fuerzas Armadas, que es uno de los problemas más urgentes a los que nos enfrentamos”, indicó Cynthia Smith, una portavoz del Departamento de Defensa.
Según los datos recopilados por el Pentágono, el pasado año se registró la mayor cifra de suicidios desde que comenzaron a contabilizarlos en 2001 y superó los 310 muertos en combate en Afganistán, según las cifras de la organización icasualties.org.
La cifra también sobrepasó las proyecciones del Pentágono que había calculado que en 2012 se producirían unos 325 suicidios.
El Ejército es la rama de las Fuerzas Armadas que más víctimas registró, con 182, mientras que el Cuerpo de Infantería de Marina, donde durante dos años la tasa venía en descenso, el pasado año subió en un 50 por ciento hasta los 48.
La fuerza Aérea registró 59 suicidios, un 16 por ciento más que el año anterior y la Marina tuvo 60, lo que supuso un incremento del 15 por ciento.
La prevención del suicidio se ha convertido en una prioridad del Pentágono, como ha manifestado el propio secretario de Defensa, Leon Panetta, aunque es un problema que persiste.
El Pentágono asegura que está comprometido en encontrar soluciones para ayudar a los militares que lo necesiten ya que “nuestro más valioso recurso en este departamento es nuestra gente”, aseguró Smith.
“Estamos comprometidos en cuidar a nuestra gente, y eso incluye hacer cualquier cosa posible para prevenir los suicidios”, agregó la portavoz.
Smith señaló que hay distintos factores que pueden contribuir al suicidio, como problemas financieros, sociales, emocionales, físicos, mentales y del entorno.
En este sentido, señaló que los oficiales deben promover activamente un clima que fomente la cohesión y anime a los individuos a buscar ayuda cuando lo necesiten, ya que “buscar ayuda es una señal de fortaleza”.
El Departamento de Defensa ha iniciado una política global para la prevención de suicidios y por recomendación de un grupo de trabajo especializado, en noviembre de 2011 estableció la Oficina de Prevención de Suicidios.
Actualmente hay 9,000 psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeras especializadas en salud mental en clínicas y hospitales militares, una cifra que ha crecido un 35 por ciento en los últimos tres años.
Defensa ha incluido además expertos en salud mental y de conducta en las unidades desplegadas en el frente y está trabajando con el Departamento de Veteranos para entender y tratar mejor el traumatismo cerebral y el estrés postraumático, cada vez más frecuente tras una década de guerra.
Fuente: Agencias