Edward Snowden eligió al periodista del diario británico ‘The Guardián’ Glenn Greenwald y a la cineasta Laura Poitras, que está realizando un documental sobre el espionaje, para hacer sus revelaciones sobre el programa de vigilancia del Gobierno de EEUU. Su elección se debe a que ellos eran quienes podían meter “miedo”, dice el fugitivo en una entrevista con el ‘New York Times’, en su primera charla con un medio norteamericano.
“Después del 11 de septiembre, muchos grandes medios de comunicación estadounidenses han abandonado su capacidad de supervisión y la propia responsabilidad de la prensa para advertir contra los excesos del gobierno, por temor a ser vistos como antipatriotas y ser castigados por el mercado en un momento en que se intensifica el nacionalismo”, dice el ex asesor de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) en la conversación, que se realizó a través de un programa de cifrado.
La documentalista y la periodista de ‘The Guardian’ “son parte de una minoría de personas que han hecho bien su trabajo como periodistas intrépidos sobre temas polémicos durante este período”, dice Snowden, tras recibir asilo en Rusia durante un año.
Durante la entrevista filmada en Hong Kong en junio pasado, cuando el Sr. Snowden filtró las operaciones de vigilancia electrónica de Estados Unidos en el extranjero, los miembros del equipo de periodistas “estaban molestos porque soy más joven de lo que pensaban. Por mi parte, yo estaba molesto por que llegaran antes de tiempo y complicaran mi investigación sobre ellos, dice.
Edward Snowden dijo que una de las cosas que más le sorprendió fue que Glenn Greenwald se negara a acceder a su petición de que sus comunicaciones estuvieran cifradas. “Me sorprendió saber que algunas personas en los medios de comunicación no se dan cuenta de que cualquier información por Internet sin cifrar es recibida por todos los servicios de inteligencia. Después de las revelaciones de este año, debe quedar claro que cualquier comunicación entre un periodista y una fuente sin ser cifrada es imprudente e imperdonable”, sostiene.
Fuente: AFP
