Buenos Aires resultó paralizada, entre otras ciudades del interior de Argentina, este martes, en vísperas del 1° de Mayo, por el contundente paro general convocado por varias centrales de trabajadores, organizadas en el Frente Sindical para el Modelo Nacional, organizaciones sociales y las regionales de la Confederación General del Trabajo (CGT), cuya dirigencia no adhirió a la medida de fuerza y fue desbordada por la decisión de las bases de trabajadores de diversos gremios de participar ante la gravedad de la situación económico-social.
El Frente Sindical para el Modelo Nacional junto a la dos Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA) la Corriente Federal de Trabajadores -que está dentro de la CGT- las Organizaciones Sociales nucleadas en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP ) y otros sectores, en este caso como las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), tuvieron una participación masiva y fue clave el paro de subterráneos, un sector del transporte público y los gremios aeronáuticos, por lo cual se suspendieron más de 300 vuelos este día.
No tuvieron efectos las amenazas de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la movilización de fuerzas de seguridad, ni la acción de los medios de los medios masivos de comunicación ligados al gobierno de Mauricio Macri, algunos de los cuales calificaron como “terroristas” a los trabajadores. Incluso el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, advirtió que sancionaría a los trabajadores en paro, pero no se logró influir sobre la multitudinaria marchas sindical que llegó a Plaza de Mayo a mediodía. También se impuso a los intentos de grupos de encapuchados que intentaron alterar la marcha rompiendo vidrieras, hechos de los cuales se apartaron rápidamente los trabajadores, ya prevenidos sobre el envío de agentes provocadores a lo largo de la marcha y del acto.
Sin embargo hubo focos de represión por parte de la policía de la ciudad, con doce detenidos y trabajadores golpeados y maltratados por esta fuerza, ya denunciada en varias oportunidades.
El rechazo a las medidas económicas fue masivo, como a los despidos, la pobreza en aumento, cuando se conocen las nuevas cifras de pobreza e indigencia que afectan a 14 millones de niños, de los cuales cinco están en la indigencia como se denunció en las últimas horas.
Todos los dirigentes que intervinieron llamaron a la conformación de un gran frente nacional para las próximas elecciones de octubre, con el objetivo de derrotar ampliamente a la gobernante alianza Cambiemos que hasta ahora en las internas y otros procesos electorales en siete provincias resultó en un lejano tercer lugar.
El texto final consensuado fue leído por Omar Plaini, dirigentes de los Canillitas (vendedores de diarios), quien elogió el triunfo del paro y la presencia en el lugar de las Cooperativas que participaron junto a las Pymes y otros , rechazando la reforma laboral que intenta imponer el gobierno de Macri, bajo el mandato del Fondo Monetario Internacional (FMI) cuya presencia también repudiaron, exigiendo negociaciones salariales (paritarias) un urgente aumento de salarios, que quedaron totalmente desfasados ante la gravísima realidad que se vive en el país, advirtiendo sobre la nula sensibilidad y responsabilidad del ejecutivo que no escucha a los trabajadores.
Se exigen también aumentos de emergencia y que las tarifas de servicios básicos y de combustibles, se retrotraigan a fines de 2017, planteo que se le ha hecho al gobierno, mientras la inflación sigue disparándose cada día, y es imparable el aumento de los alimentos.
A su vez Pablo Moyano, dirigente del fuerte gremio de Camioneros ,destacó la unidad lograda entre centrales sindicales y frentes como que 70 regionales de la CGT participaran de esta medida de fuerza que el gobierno estaba seguro iba a fracasar. Sin embargo, esto no termina aquí porque mañana 1° de Mayo, Día de los Trabajadores, paran los trenes y habrá centenares de ollas populares en esta capital y todo el país, para expresar la lucha contra el hambre y la pobreza que alcanza a más 35 por ciento y en algunas provincias casi el 60 por ciento.
Hubo trabajadores que rechazaron la injerencia de Macri en los asuntos internos de Venezuela, al apoyar el golpe de Estado montado este día, contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro y en especial que haya destacado la “liberación” de Leopoldo López, que en realidad estaba en prisión domiciliaria. También esta tarde diversos grupos de militantes llamaron a defender la embajada venezolana aquí ante posibles intentos de asalto por opositores que llegaron aquí, entre ellos empresarios que están comprando empresas que cierran o quiebran, amparados por el gobierno macrista.
Fuente: La Jornada