El 60 por ciento de las aguas negras que se generan en el país queda sin tratamiento.
De acuerdo con datos de la Conagua, cada año se generan 7 mil 410 millones de metros cúbicos de aguas residuales.
De ellos, 6 mil 590 millones son recolectados por la red de alcantarillado y sólo 2 mil 950 millones recibe algún tipo de tratamiento.
En Yucatán, Campeche e Hidalgo, se trata menos del 10 por ciento. En el otro extremo, Nuevo León depura al 100 por ciento y Baja California al 93.
A nivel nacional, menos de una tercera parte de la carga contaminante es removida de las aguas negras.
El Inegi estima que se requeriría una inversión de 64 mil 632 millones de pesos para abatir el rezago en este tipo de saneamiento.
El Programa Nacional Hídrico 2013-2018, que concluyó apenas su proceso de revisión por parte de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), destaca que México cuenta ya con 2 mil 342 plantas de tratamiento municipales, pero reconoce que en conjunto operan sólo al 71 por ciento de su capacidad.
“Los principales problemas, en múltiples lugares del País, son: falta de recursos financieros para la construcción, rehabilitación y mantenimiento de la infraestructura para el tratamiento; altos costos de energía eléctrica y reactivos químicos para la operación; falta de capacitación del personal operativo y deficiente cultura de pago del usuario por los servicios de saneamiento”, señala.
Sostiene que la reutilización de agua residual municipal tratada se ha incrementado en los últimos años, generalmente en la agricultura, la industria y en los servicios municipales y principalmente para el riego de áreas verdes urbanas.
Sin embargo, reconoce que sólo se reutiliza una tercera parte de las aguas negras tratadas.
“Del volumen total de agua tratada, que asciende a 3 mil 146 millones de metros cúbicos, sólo se reusa el 33 por ciento, del cual el 7.8 por ciento se intercambia por aguas de primer uso, recuperando caudales para usos prioritarios como el público urbano”, apunta.
El documento, admite, por otra parte, que se emplean alrededor de 60 metros cúbicos por segundo de agua residual sin tratar para riego agrícola.
Indica que para elevar la proporción de aguas residuales tratadas que son reutilizadas se requiere construir infraestructura para conducir el líquido desde las plantas de saneamiento hasta los lugares que lo requieren.
En tanto, una evaluación de la Auditoría Superior de la Federación indica que la proporción de aguas negras tratadas que son reutilizadas aumentó apenas 0.8 puntos entre 2007 y 2012, para ubicarse en 33 por ciento.
En el Gobierno federal anterior, el director de la Conagua, José Luis Luege, afirmó que la meta sexenal era llegar a 70 por ciento de aguas residuales tratadas.
El análisis, incluido en el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2012, detalla que el 54.1 por ciento del total de las aguas residuales reutilizadas en el periodo se destinaron a actividades agrícolas, y sólo 5.7 por ciento a la infiltración de líquido al subsuelo para recargar acuíferos.
El resto del uso, indica, se limita a servicios públicos como fuentes de ornato, lavado de vehículos, riego de parques y jardines de esparcimiento, camellones de autopistas o avenidas, campos de golf, abastecimiento de hidrantes de sistemas contra incendio y panteones.
“Es necesario insistir en la necesidad de asegurar el reuso de las aguas residuales generadas, lo que puede contribuir a reducir la demanda de agua de primer uso y con ello garantizar la disponibilidad de los recursos hídricos”, señala.
“Los niveles de reutilización son significativamente bajos respecto a los volúmenes que demandan los diversos usos, y particularmente el uso agrícola, al cual se le destina más del 70 por ciento de los volúmenes extraídos en el País”.
La ASF advierte además que, en general, el tratamiento de las aguas residuales no ha contribuido significativamente a controlar la contaminación del líquido en el país.
Fuente: Reforma
