En la promulgación de la reforma política, el presidente Enrique Peña Nieto y los dirigentes del PRI y el PAN celebraron sus reformas –el PRD estuvo ausente–, exaltaron su permanencia en el Pacto por México y lanzaron arengas sugerentes de reconciliación.
En el Alcázar del Castillo de Chapultepec –a donde fue replegado el mandatario por las marchas de sindicatos independientes y del PRD contra sus reformas “estructurales”–, el evento cerró con tres anuncios presidenciales, determinaciones, los llamó:
Primero, dijo que apoya la reforma política del Distrito Federal y espera que se apruebe en el Congreso de la Unión; luego, que enviará una iniciativa de reforma constitucional al artículo 41, para tener mayor claridad en las causales de nulidad, en especial respecto a contratar publicidad electoral fuera de los procedimientos establecidos y, finalmente, que las iniciativas de reforma a leyes reglamentarias, no tendrán carácter preferente para que los legisladores se tomen el tiempo necesario.
En resumen, tres inquietudes de los perredistas fuera de la mesa del Pacto, que hace apenas unos meses, celebraban las reformas pactistas y cuyos dirigentes hasta condenaban a los opositores, en especial a la CNTE.
Sólo Fernando Belaunzarán, diputado del PRD y representante de éste ante el IFE, acudió a la convocatoria por su partido. Sin embargo, no reivindicó las arengas de los participantes en el acto al que sólo fue para reglar una playera negra a Peña Nieto, en la que se podía leer la etiqueta con que su partido hace activismo en estos días para exigir una consulta sobre la Reforma Energética: #quemepregunten #art35. El presidente la recibió extendida pero evitó leerla.
Lo anecdótico al margen, sólo estuvieron presentes hoy, el PRI, con su dirigente César Camacho: el PAN con su dirigente, Gustavo Madero; Jorge Emilio González del PVEM y, Luis Castro Obregón del Panal.
Camacho y Madero hicieron uso de la palabra antes que Peña Nieto. El primero, para equiparar las reformas pactistas, según dijo, producto de la madurez política y la democracia, con las de la Revolución Mexicana conseguidas, hace un siglo por la vía armada.
Respecto a lo electoral, Camacho consideró que la reforma eliminará la suspicacia respecto a los resultados electorales.
Por su parte, Gustavo Madero fue prolijo en justificar su permanencia en el Pacto por México, en refutar la oposición a la extinción del IFE, en encomiar los acuerdos entre partidos, que si bien no consiguieron los más de 90 acuerdos planteados, con su adéndum, sí acabaron con la parálisis legislativa frente a formas de estado avejentadas, la antidemocracia en lo local y los poderes fácticos.
“Nunca un Presidente ha contado con tanta disposición y colaboración de la oposición como el presidente Enrique Peña Nieto”, dijo Madero y arrancó el aplauso de los asistentes. Enseguida, alerto que, con las reformas secundarias, “volverán las resistencias” por lo que pidió que “no se regrese ni una coma a los poderes fácticos”.
Las reformas promulgadas hoy afectan unos 30 artículos constitucionales y sustituyen al IFE por el Instituto Nacional de Elecciones (INE), integrado por 10 consejeros que permanecerán en el cargo por nueve años.
El INE incidirá en la integración de los organismos electorales de los estados y en caso de irregularidades graves podrá atraer la elección, en tanto, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, verán aumentada su permanencia en el cargo de nueve a 15 años y, respecto al Poder Legislativo, los diputados y senadores podrán reelegirse hasta por dos períodos, a partir de 2015 y 2018 respectivamente.
La reforma también implica la transformación de la PGR en la Fiscalía General de la República (FGR), que tendrá fiscalías especializadas y autonomía constitucional.
También se otorga autonomía al Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval); se incorporan bases para la creación de gobiernos de coalición y se eleva a 50% la cuota de equidad de género en las postulaciones de candidatos a cargos de representación popular.
La transformación del IFE en el INE es una medida que Gustavo Madero abordó ampliamente en su discurso.
Para el dirigente panista, las críticas que argumentaron la desaparición del IFE, son dolosas y morbosas, pues ahora con el nuevo organismo electoral se resolverán, expresó, los rezagos en la democracia electoral de los estados.
En el evento, estuvieron presentes los expresidentes del IFE, Luis Carlos Ugalde y Leonardo Valdés Zurita, así como otros exconsejeros, el presidente actual, Lorenzo Córdova y sus compañeros consejeros del organismo. También asistieron los magistrados del TEPJF.
También los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de Hacienda, Luis Videgaray; de Desarrollo Urbano y Vivienda, Jorge Carlos Ramírez Marín; el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam y el jefe de la oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño Mayer.
Las afirmaciones de Madero sobre el Pacto fueron retomadas por Peña Nieto que adaptó su slogan a la exaltación del acuerdo, pues dijo que con éste se demostró que si se puede mover a México.
Fuente: Apro