El papa Francisco, que insta a los prelados a acercarse a los feligreses, dio el sábado una muestra de que él practica lo que predica: se sentó entre quienes asistieron a la basílica de San Pedro para oír la misa oficiada por otro sacerdote.
Un vocero del Vaticano dijo el sábado que el papa decidió imprevistamente asistir a una misa muy temprano el viernes.
El vocero, reverendo Ciro Benedettini, dijo que la misa fue celebrada el viernes en un altar cerca de la entrada de la basílica y dedicada a san Pío X. En el momento de recibir la comunión, agregó, el pontífice hizo fila con los demás feligreses.
Francisco llegó a la basílica sin escolta ni anuncio previo para rezar y después se quedó para la misa.