Un centenar de civiles murieron en Sudán por los intensos combates que desde hace tres días enfrentan al ejército y a un poderoso grupo paramilitar y que este lunes provocaron nuevas explosiones en Jartum, la capital.
Al menos dos hospitales de la capital fueron evacuados “mientras los cohetes y las balas acribillaron sus paredes”, dijeron los médicos, que afirmaron haberse quedado sin bolsas de sangre y sin material para atender a los heridos.
Desde el sábado, la ciudad, de la que se elevan columnas de espeso humo negro, está inmersa en el olor de la pólvora. Sus habitantes están atrincherados en sus casas, la mayoría sin agua corriente ni electricidad, temblando con cada nuevo ataque aéreo o fuego de artillería.
Al menos 97 civiles han muerto, cerca de la mitad de ellos en Jartum, y “decenas” de combatientes han fallecido, según el sindicato oficial de médicos, que contabilizó 942 heridos. Las dos partes en conflicto no han comunicado sus pérdidas.
En Jartum, donde sólo circulan hombres en uniforme y vehículos militares, las pocas tiendas de comestibles abiertas advirtieron que si no llegan camiones se quedarán pronto sin existencias.
Estados Unidos y el Reino Unido pidieron el lunes el “fin inmediato” de la violencia, como ya hicieron la Liga Árabe y la Unión Africana.
En el mismo sentido, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió a los dos generales que “cesen inmediatamente las hostilidades”, ya que podrían ser “devastadoras para el país y toda la región”.
El conflicto enfrenta al jefe del ejército, el general Abdel Fatah al Bur, líder de facto del país, y su número dos, el general Mohamed Hamdan Daglo, conocido como “Hemedti”, jefe de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
En octubre de 2021 dieron juntos un golpe de Estado que desalojó a los civiles del poder.
Desde el sábado no han cesado los intensos tiroteos y la aviación apunta, en pleno centro de Jartum, al cuartel general de las RSF, un grupo de ex milicianos que participó en la guerra de la región de Darfur y luego se convirtieron en refuerzos oficiales del ejército.
“Burhan está bombardeando a civiles desde el aire, le perseguiremos y le llevaremos ante la justicia”, declaró en inglés el general Daglo en Twitter.
Por su parte el ejército afirmó en Facebook que se está “acercando mucho el momento de la victoria final”.
Cortes de electricidad en los hospitales
El lunes seguía siendo imposible saber quién controla qué. Las RSF dijeron haber tomado el aeropuerto y entrado en el palacio presidencial, lo que el ejército negó.
Por su parte el ejército dice tener en sus manos el cuartel general de su Estado Mayor, uno de los principales complejos de poder de Jartum.
En cuanto a la televisión estatal, después de dos días de combates en sus inmediaciones, ahora emite imágenes y declaraciones del ejército, que afirma haber recuperado terreno en muchos lugares.
Médicos y organizaciones humanitarias advirtieron que en algunas zonas de Jartum la electricidad y el agua están cortadas y que hay cortes de electricidad en los quirófanos.
Los pacientes, algunos de ellos niños, y sus familias “no tienen comida ni agua”, declaró una red de médicos pro democrática.
Dos griegos resultaron heridos en Jartum y unas 15 personas están encerradas en la iglesia ortodoxa de la ciudad, sin poder salir a causa de los combates, dijo el arzobispo metropolitano de Nubia y todo Sudán, monseñor Savvas, que está dentro la iglesia.
La ONU, que había propuesto el domingo una tregua humanitaria de unas horas, se declaró “extremadamente decepcionada” por el hecho de que los beligerantes no la hubieran respetado, y denunció el lunes la “intensificación de los combates”.
Combates en toda la ciudad
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) suspendió el domingo la ayuda tras la muerte de tres miembros de su personal en los combates de la provincia de Darfur (oeste), a pesar de que más de un tercio de los 45 millones de sudaneses necesitan ayuda humanitaria.
“Es la primera vez en la historia de Sudán desde su independencia [en 1956]que hay tal nivel de violencia en el centro, en Jartum”, dijo a la AFP Kholood Khair, fundador del centro de investigación Confluence Advisory en Jartum.
La capital “siempre ha sido el lugar más seguro de Sudán” pero ahora “hay combates por todas partes, incluso en zonas densamente pobladas, porque los beligerantes creen que un elevado número de muertos civiles disuadirá al otro bando”, añadió.
Fuente: AFP