Andrés Manuel López Obrador adelantó que, si no gana la Presidencia de la República en 2018, se volverá maestro y dará clases en Tabasco y Chiapas para obtener ingresos.
El dirigente de Morena publicó un libro digital, llamado “Esto Soy”, como antecedente de un documental homónimo que será realizado por el productor Epigmenio Ibarra.
En la obra, que incluye fotografías de la juventud de López Obrador y de su familia, así como un repaso por sus orígenes y su trayectoria en la política, el tabasqueño advierte que en 2018 tiene únicamente dos alternativas: irse “a Palacio Nacional o a La Chingada”.
“¿Qué sería de mí si no ganamos la Presidencia? Me iré a vivir a la quinta ‘La Chingada’. En ese encierro verde y lleno de vida animal y vegetal trabajaría en labores de siembra y cuidado de plantas, escribiría y saldría a dar clases de Historia a jóvenes de Tabasco y de Chiapas”, anota.
“Tendría que convertirme en maestro para enseñar y obtener ingresos, porque no soy rico; aunque, repito, para no ofender a nadie, no todo el que tiene fortuna es malvado. Además, de esa manera, dejaría sin argumento a los conservadores que tienen como una de sus obsesiones estar preguntando acerca de qué vivo, si no trabajo. Así, cuando menos, les podría estar diciendo que vivo del loro de Palenque”.
López Obrador subraya que si pierde en 2018, en su tercer intento por llegar a la Presidencia, no volverá a ser candidato de elección popular a ningún cargo ni aceptará ser líder moral de la izquierda, pues, precisa, eso le daría pena.
“Si llegamos a Palacio Nacional por voluntad de los mexicanos, consagraré seis años más de mi vida a trabajar con intensidad por mi patria, pero, con toda franqueza, como lo he dicho en otras ocasiones, si nos gana la mafia o la gente no se decide, yo no volveré a ser candidato a nada”, advierte.
“Reitero: seguiré luchando hasta que muera por mis ideales, pero no actuaría como líder del movimiento ni permitiría que me consideraran dirigente moral. Eso me apena. Es mejor el relevo generacional. Afortunadamente hay otros que tomarían la estafeta. Yo pasaría a ser un militante más, dedicado a otras actividades”.
El exjefe de Gobierno de la CDMX señala que tiene menos de un año para convencer a los ciudadanos de que a los morenistas los mueve el amor al prójimo y no el dinero ni el poder.
“Estamos informando, quitando miedos, porque la mafia que no quiere dejar de robar asusta diciendo que somos mesiánicos, populistas o autoritarios, nos comparan con Maduro o con Trump”, afirma.
“Estamos persuadiendo que el cambio será ordenado y pacífico y en beneficio de todos. Con miras al 2018 nosotros haremos lo que nos corresponde, pero será el pueblo el que decida sobre su destino”.
Fuente: Reforma