El gobierno de Veracruz ha atendido por lo menos a 60 grandes empresas energéticas que quieren invertir en la industria petrolera, las cuales ya tienen planes para llegar en los próximos meses, dijo Érik Porres Blesa, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de la entidad.
La lista incluye firmas como Chevron y la petrolera británica BP. “Están analizando sus proyectos de inversión y van a tomar sus decisiones en los próximos meses”, dijo en entrevista durante el primer Foro Nacional del Petróleo de la Coparmex-Veracruz.
El funcionario detalló que la riqueza en petróleo, gas natural y desarrollo eléctrico son factores que detonarán la inversión privada. Veracruz posee 42 por ciento de las reservas probadas de hidrocarburos
del país.
De acuerdo con Miguel Labardini, especialista de la consultora energética Marcos & Asociados, hacia 2020 la inversión privada en exploración y producción asociada a todos tipo de campos ascenderá a 50 mil millones de dólares, que en conjunto con la que realice Pemex sumará alrededor de 80 mil millones dólares.
Gran parte de esa inversión será inyectada en Veracruz, principalmente en Poza Rica, Agua Dulce y el centro de estado, zonas que concentran
gas.
Consideró que existe una gran oportunidad en aguas profundas y en campos maduros, pues en éstos hay unos 300 en los que se puede reanudar la explotación.
“Hay alrededor de 300 campos maduros que fueron abandonados prematuramente cuando Pemex tuvo que salir al mar y explotar Cantarell; muchos se encuentran en el norte y en el sur de Veracruz; 90 por ciento de esos pozos están taponados”.
Porres Blesa indicó que ya se tienen compromisos de inversión por muchos miles de millones de dólares para los próximos cinco años; solo en Coatzacoalcos son 11 mil millones de dólares, aunque los recursos no se verán en el corto plazo.
Todas las inversiones que tienen que ver con la reforma energética las vamos a ver en tres o cuatro meses, agregó.
Un ejemplo del tiempo que pueden tardar en madurar las inversiones es el complejo petroquímico que construye Braskem-Idesa, con un valor de 4 mil 500 millones de dólares, el cual hasta el quinto año se va a culminar.
“Es una inversión similar a la de una refinería, entonces ese es el tipo de recursos que vienen para Veracruz y para el resto de los estados petroleros de nuestro país”, dijo.
También en la industria petroquímica el estado verá nuevas inversiones de empresas provenientes de Estados Unidos, Europa y Canadá.
“Ya saben que nosotros les anunciamos las empresas, ya que están al menos con la primera piedra”; hay grandes compromisos de inversión, en particular en petroquímica, pues Veracruz concentra 80 por ciento de esta actividad en el país.
Por otra parte, Labardini indicó que el año no será bueno para el gas shale, pues la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) puede posponer para el siguiente año la licitación de los bloques correspondientes a estos recursos.
México está lejos de tener un nivel de explotación de shale similar al de Estados Unidos, a pesar de ser el sexto lugar mundial en reservas, con 545 billones de pies cúbicos.
Mientras nuestro país perfora al año dos o tres pozos de shale en el Golfo de México, EU desarrolla 150.
Labardini opinó que la limitante más grande en la reforma energética fue no haber otorgado a la CNH una absoluta autonomía para tomar decisiones respecto a las reservas de hidrocarburos.
Si en los próximos sexenios “tenemos un jefe del Ejecutivo que no esté comprometido con esos cambios, lo único que tiene que hacer es instruir a la Secretaría de Energía de que ya no haya nuevas rondas y, por lo tanto, nos vamos a quedar con un número limitado de contratos”, concluyó el especialista de la firma consultora.