Sería una barbaridad apostarle a un fraude electoral si ganara las elecciones porque la gente quiere democracia “y porque hoy estamos 20 puntos arriba”, advirtió aquí el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador.
A propósito de su frase sobre “soltar al tigre” ante un fraude en las votaciones del 1 de julio, el tabasqueño precisó que sus palabras no deben malinterpretarse como un llamado a la violencia poselectoral.
“Nosotros no queremos la violencia, luchamos por la vía pacífica. Nuestro movimiento nunca ha sido violento; no se ha roto un solo vidrio”, dijo.
Pero enseguida añadió: “Sostengo que los que lleven a cabo ese fraude se hagan cargo de atender las protestas que seguramente se van a llevar a cabo por el pueblo”.
Al reiterar que se incurriría en un acto de irresponsabilidad consumar un fraude en los próximos comicios, el morenista hizo un llamado de atención “a los mapaches electorales y a sus jefes. Un llamado respetuoso a los que están acostumbrados a hacer fraudes que ya vayan midiéndole, ahora sí que tentándole el agua a los camotes”.
López Obrador habló así en el marco de un encuentro con estructura electoral en el estado, donde aseguró que, según sus encuestas, la coalición que abandera está en primer lugar como opción.
En la entrevista, habló de aquellos empresarios que son sus adversarios y los llamó a comprometerse a que no darán dinero para la guerra sucia en su contra y para consumar un fraude electoral.
Mencionó específicamente a Claudio X. González y a Roberto Hernández.
El aspirante presidencial también pidió a los medios de comunicación que mantengan la pluralidad y el equilibrio en las campañas. “Que no los usen los potentados, los machuchones, los que se creen dueños de México, para hacer fraude”, expresó.
–¿Y Peña Nieto?– le preguntó un reportero.
–Ya Peña dijo que no va a intervenir el gobierno… Yo doy el beneficio de la duda. Es mi respuesta. Pero faltan los adversarios –ya no puedo hablar del PRIAN o de la mafia del poder-, los adversarios están en contra de nosotros porque no quieren dejar de robar, son muy corruptos y no tienen llenadera. No nos ven con buenos ojos, no quieren un cambio verdadero, no es que no les guste cómo hablo, es que son muy rateros, muy ladrones.
A esos que ahora definió como adversarios, el candidato de Morena-PT-PES les pidió serenarse y dejar de alimentar la guerra sucia en su contra.
López Obrador planteó que es ya imposible seguir manteniendo un régimen como el actual, “corrupto, de privilegios. Ya no se puede seguir con la corrupción que ha habido en el país, que nada más se sigan ellos beneficiando. México no puede ser ya un país de un puñado de potentados, es de todos los mexicanos… porque lo que defienden nuestros adversarios es lo que hemos padecido, lo que ha llevado a la bancarrota al país”.
Por ello, insistió en que, durante su recorrido en la intercampaña, en sus encuentros con los empresarios locales ha encontrado apoyo y una buena receptividad. “Si no simpatizan, nos respetan”.
Una vez más se le preguntó sobre la posibilidad de debatir, ahora con José Antonio Meade.
En respuesta, López Obrador aconsejó al candidato del PRI y al panista Ricardo Anaya –abanderado de la coalición “Por México, al Frente”– recorrer el país y hablar con la gente.
“Yo les aconsejaría que hicieran campaña ahora que viene el tiempo de campaña. Que hablen con la gente. Es que no se asolean, no hablan con la gente, no salen de las oficinas, están blancos, no se queman, no están recorriendo el país, solamente quieren hacer ruedas de prensa… no salen de Polanco, de Las Lomas, no salen de la Ciudad de México”, aseveró.
En referencia a Anaya Cortés, dijo “creo que ahora uno de los candidatos se fue a Alemania, allá a Europa, y a otros países. Bueno, ¿por qué no viene a Aguascalientes, a Zacatecas? Nada más me echan montón”, cuestionó.
Fuente: Proceso