Los hallazgos de grandes yacimienos de litio, el oro blanco del siglo XXI, en México han generado polémica en torno a quién y cómo podría desarrollarlos y de forma más favorable para el país. Inversionistas de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Japón y Reino Unido han manifestado su intención de invertir en la naciente industria del litio mexicano. Actualmente existen 31 proyectos registrados para la exploración de yacimientos de litio en México, en su mayoría de empresarios mexicanos y canadienses.
En octubre de 2009 se dio el primer descubrimiento de un yacimiento potencial de litio y potasio en la zona salina del estado mexicano de San Luis Potosí. Desde entonces, las autoridades locales han fomentado la exploración de esa zona con la esperanza de que la explotación de este mineral detone la actividad económica en la región.
A través del Servicio Geológico Mexicano, el Gobierno explora desde 2015 las zonas con posibles yacimientos de litio en Sonora, Jalisco y Puebla. Sin embargo, empresas de Canadá, el Reino Unido, España y Australia investigan por su cuenta otros campos donde se cree que existe litio, potasio y carbonato de litio en los estados de Sonora, San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila y Baja California, según la Subsecretaría de Minería.
En febrero de 2019, la confirmación del hallazgo del mayor yacimiento de litio en el mundo, ubicado en el municipio de Bacadéhuachi, en el estado de Sonora, renovó la esperanza de explotar este mineral en México. En este caso, la compañía mexico-canadiense Bacanora Lithium, asesorada por la empresa china Ganfeng Lithium desarrolla el proyecto en el cual proyecta invertir alrededor de 420 millones de dólares.Sin embargo, a fin de poder explotar estas minas debe pasar al menos un período de ocho años, donde las compañías deben realizar estudios geológicos, económicos y ambientales para determinar la viabilidad de estos proyectos.
Abigail Jiménez Franco, investigadora invitada en la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona, explicó a Sputnik que, de forma similar a la industria petrolera, la economía juega un papel fundamental para determinar el potencial de extracción de un mineral.
“Lo que hoy puede ser un yacimiento, el siguiente año quizá ya no lo sea, porque la relación del precio, si disminuye en ese tiempo, entonces el costo ya no es viable para explotarlo… Cuando tienes tantas toneladas como las que se denunciaron en México, es verdad que el potencial se incrementaría, porque en ese caso, aunque el costo sea bajo, si mantienen un volumen importante tal vez valga la pena la explotación”, comentó la doctora en yacimientos minerales.
Actualmente existen 31 proyectos registrados para la exploración de yacimientos de litio en México. Al menos 15 de ellos están en manos de la empresa mexico-canadiense OrganiMax Nutrient Corp; el proyecto en Sonora, también en manos de privados mexicanos y canadienses, es considerado como el más avanzado, luego de que Mining Technology estimó que en la zona existen reservas probadas y probables de 243 millones de toneladas de litio.
Juan Pablo Gudiño Gual, abogado especialista en derecho ambiental, expuso en entrevista con Sputnik que gran parte de los privados involucrados en la industria minera son, en su mayoría, empresas mexicanas con capital extranjero. Como tales, estas compañías deben cumplir con las mismas obligaciones fiscales y legales de cualquier sociedad en el país latinoamericano, lo cual tiene el potencial de reportar importantes recursos para las arcas públicas.”Así como tenemos empresas canadienses, hay muchas otras que vienen a México y tienen constituida una empresa, con sus propios recursos, con socios mexicanos y sin socios mayoritarios de otro país. Corporativamente, esas empresas forman parte de una división que tiene la empresa extranjera. Inyectan dinero en México, pagan regalías, concesiones, impuestos, productos, aprovechamientos, condiciones de seguridad social y deben cumplir con las normativas ambientales y legales”, señaló.
Según el subsecretario de Minería, Francisco Quiroga, inversores de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Japón y Reino Unido han manifestado su intención de invertir en la naciente industria del litio mexicano.
“Hay grandes empresas en el sector minero que son capaces de llevar todo este recorrido, pero también es verdad que muchas empresas más pequeñas sólo se dedican a una parte de este proceso, se dedican a jugar en la bolsa de valores para incrementar el valor de estas reservas hasta que las revenden y lleguen a quien realmente puede montar un proyecto de explotación”, advirtió Abigail Jiménez.Al respecto, la Ley Minera de México señala que el Estado puede optar por dos caminos para operar estos yacimientos: desarrollarlos por cuenta propia o entregarlos al sector privado en concesión.
En enero de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que su Gobierno revisaría a todas las empresas que han manifestado su intención de operar los yacimientos de litio en territorio mexicano. Al respecto, aseguró que la Secretaría de Economía ya revisa la entrega de permisos de explotación a empresas extranjeras en las anteriores administraciones federales.
La polémica por el control de estos recursos ha llamado la atención a lo largo de los últimos meses. Sin embargo, expertos como Juan Pablo Gudiño advierten que esta discusión puede ser peligrosa, en especial si se ignora el hecho de que el Estado mexicano requeriría de inversiones multimillonarias para desarrollar por su cuenta una industria de explotación del litio.
“En realidad, están debatiendo sobre cosas que les van a reportar alrededor de 200 millones de dólares de ingresos. Patear la pelota para discutir si se lo van a dar a una empresa o lo va a explotar el Estado me parece un sinsentido, honestamente, porque no tienen la infraestructura para poder hacer una buena explotación del litio”, expuso.
En entrevista con Sputnik, el experto recordó que una concesión a particulares para explotar los yacimientos de litio no anula la propiedad del Estado sobre este mineral. En realidad, las empresas privadas que lleguen a beneficiarse por la extracción de este recurso estarían obligadas a pagar a México entre 60 a 65% en concepto de impuestos por sus ganancias.A su vez, Abigail Jiménez recordó que los procesos de exploración de yacimientos potenciales han sido benéficos para países como México, puesto que el Gobierno recibe dinero por permitir a los privados mirar qué es lo que hay en su territorio. En ese sentido, los privados apuestan a que, de hallar un yacimiento, su explotación puede ser aprovechada para recuperar su inversión en poco tiempo.
En todo caso, la especialista en mineralogía apunto que, en este momento, las autoridades mexicanas deben definir si el país se convertirá solamente en productor de litio, o bien, invierte en el desarrollo de una industria capaz de aprovechar y transformar directamente el mineral.
“Estamos ante una situación que, honestamente, me parece que es una oportunidad, la cual debe aprovechar el Estado mexicano lo más pronto posible… La explotación del litio es una gran oportunidad y puede subir a México a nivel competitivo de una forma exponencial”, concluyó.
Fuente: Sputnik