Las autoridades pretenden construir el nuevo aeropuerto de la capital en una zona donde hay un lago. Temen que los paracaidistas y la inseguridad se apoderen de la periferia de nuevo aeropuerto
De nuevo, México clama por el levantamiento de muros dentro de su propio territorio. En esta ocasión, legisladores pidieron al Gobierno mexicano la construcción de un perímetro para evitar que “paracaidistas”, ocupas de tierras, se apropien de terrenos aledaños a las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
De acuerdo con el diario mexicano ‘Excelsior‘, la barda protegería las 1.721 hectáreas de terreno del Parque Ecológico Lago Texcoco, un espacio acuoso que supuestamente funcionaría como área de amortiguamiento ambiental en la zona aledaña al polémico proyecto que, como ha reportado RT en diversas ocasiones, cuenta con la oposición de las comunidades vecinas.
Pueblos del municipio de San Salvador Atenco y de Texcoco se oponen hace 15 años a que proyectos aeroportuarios se instalen en los terrenos que antes fueron del enorme lago que dio vida a las ciudades prehispánicas, las cuales convivieron directamente con el agua. Los campesinos advierten continuamente que el proyecto no solo es inviable, sino que implica la introducción de grandes proyectos industriales e inmobiliarios que alterarían el ecosistema lacustre.
La Comisión de Recursos Hidráulicos del Senado mexicano advirtió que el terreno “se vuelve más atractivo para lucrar de manera ilegal”, precisamente por su cercanía al megaproyecto, anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto en septiembre del 2014.
César del Valle, habitante de Atenco e integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, menciona que si bien es cierto que organizaciones acaparadoras de tierras de municipios vecinos como Chimalhuacán y Nezahualcóyotl ocupan tierras que no son suyas, la verdadera preocupación del Gobierno mexicano no es el impacto ambiental, sino proteger los intereses privados que hay detrás del proyecto.
“Si se preocuparan por el impacto ambiental que ya provoca el proyecto aeroportuario tendrían que detener todo el proyecto”, explica Del Valle.
Y es que alrededor del NAICM ya existe una enorme barda para el propio aeropuerto. ‘Excelsior’ destaca que ese perímetro, hecho por el Ejército mexicano, costó 20.000 pesos por metro lineal (unos 1.000 dólares). De acuerdo con Del Valle, este muro ya afecta a los pobladores de Atenco, Nexquipayac, Santa Isabel Ixtapan y Tocuila, los viejos pueblos ubicados a la orilla del lago de Texcoco.
Los campesinos de la región todavía se dedican a cultivar alga espirulina en los terrenos aledaños a la obra y también recolectan animales endógenos del lago para vender, una actividad centenaria en la región.
Además, explica Del Valle, dentro del perímetro hay restos de agua que el propio gobierno ha ido tratando de secar para poner el muro.
“La filtración del agua es fuerte en la región y ha botado el concreto. Y a veces se ha hundido la barda. Si eso hace con un pilote de cinco toneladas, ¿qué hará con una pista?”, pregunta.
El proyecto del NAICM ha causado una grave descomposición social en las comunidades aledañas. De acuerdo con el diario ‘La Jornada‘, el pasado 9 de marzo, unos 200 campesinos fueron desalojados por pistoleros mientras protestaban contra el NAICM y la construcción de obras aledañas, como la autopista Texcoco-Pirámides.
Fuente: RT/ Al-Dabi Olvera
