Por falta de consenso, los senadores frenaron la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal propuesta por Enrique Peña Nieto. Los cambios pendientes incluyen la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y la de la Función Pública.
La Cámara de Diputados ya aprobó la reforma, pero falta la ratificación de los senadores y su posterior publicación en el Diario Oficial de la Federación para que pueda entrar en vigor. Originalmente se tenía previsto que los cambios tuvieran vigencia a partir del 1 de diciembre.
El PRI se negó a que el la Cámara de Senadores ratifique a los jefes policiacos que serán nombrados por la próxima Administración, como planteó el PAN, según Reforma.
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, Ernesto Cordero Arroyo, había convocado para una sesión este miércoles básicamente para someter a votación el dictamen correspondiente a la reforma de la Administración Pública Federal.
No obstante, al dar inicio a una sesión que sólo duró cinco minutos, Arroyo Cordero dijo que no existían las condiciones políticas para reiniciar la discusión.
El “asunto primordial que motivó la cita”, el dictamen de la reforma administrativa, no se encontraba listo ante la falta de acuerdos del PRI con el PAN, el PRD y el PT, dijo.
De acuerdo con El Universal, Cordero Arroyo dijo que el PAN apoya la propuesta de reestructuración planteada, pero “para evitar problemas de regresión democrática” se necesitan requerimientos mínimos, como el que los jefes policiacos estén obligados a comparecer periódicamente y ser ratificados por la Cámara de Senadores.
Por su parte, las bancadas del PAN y PRD se unieron para impulsar modificaciones al proyecto original y establecer controles legales a los nuevos funcionarios del Gobierno priista, de acuerdo con Reforma.