Oficialmente en la contienda por la nominación presidencial demócrata, Sanders arrancó su campaña con un evento en Burlington que incluyó helados gratis, el lugar donde ganó su primera elección al vencer al alcalde demócrata de antaño por 10 votos.
“Sé en lo que creo”, dijo Sanders en un email para recaudar fondos enviado antes de su anuncio y donde arremetía contra “la clase millonaria” que trata de comprar la elección. “Por eso es que hoy marca el comienzo de nuestra revolución política”.
Sanders, quien se describe como “socialista democrático” está tratando de echar raíz entre los demócratas de izquierda recelosos de Clinton, un grupo que por meses buscó que la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, entrara en la contienda. Algunos todavía lo quieren.
Pero mientras Warren sigue comprometida con el Senado y varias veces ha dicho que no contenderá por la Casa Blanca, Sanders está preparando una agenda que coincide con el ala progresista del partido y la plataforma de Warren: control a los bancos de Wall Street, reducir las deudas de los universitarios y crear programas gubernamentales de empleo.
“Hillary Clinton es candidata. Yo soy candidato”, dice Sanders en entrevista con The Associated Press. “Sospecho que habrá otros aspirantes. La gente en este país debe tomar su decisión”.
Clinton aventaja por donde se vea, tanto a Sanders como al ex gobernador de Maryland Martin O’Malley, quien previsiblemente anunciará sus intenciones presidenciales el sábado.
Sanders, es un senador independiente que frecuentemente vota como los demócratas, ha recaudado más de 4 millones de dólares desde que anunció sus intenciones a finales de abril.