Republicanos jubilosos hicieron avanzar en las primeras horas de este miércoles (tiempo local) una reforma que está a punto de reescribir el código tributario de Estados Unidos en más de tres décadas, un proyecto profundamente impopular pero que los legisladores insisten que los estadounidenses aprenderán a querer cuando vean sus cheques el próximo año.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elogió a sus legisladores, y quien además está deseoso de adjudicarse su primer gran triunfo legislativo dentro de su gestión.
El Senado aprobó por escaso margen la legislación bajo una línea partidaria de 51-48 –después de la medianoche– horas después de que el partido republicano la aprobará en la Cámara Baja 227-203. Pero su suerte no se definió sino hasta el último minuto debido a minucias.
Tres cláusulas dentro de la iniciativa –incluyendo su título– violaba reglas senatoriales lo que obligó al Senado a votar para su eliminación. Así que la enorme legislación tuvo que regresar a la Cámara Baja para una nueva votación –y para que los republicanos tuvieron oportunidad de celebrar de nuevo.
Horas antes el Presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, quien había trabajado durante años con la meta de reformar el código tributario, dio el toque final a la votación en la Cámara. Los miembros republicanos de la Cámara enloquecieron y aplaudieron mientras aprobaban un paquete por 1.5 trillones de dólares que afectará a cada uno de los contribuyentes estadounidenses y a cada esquina de la economía de Estados Unidos, dando profundos recortes a empresas y ricos, mientras que los beneficios serían más modestos para las familias de clase media y de bajos ingresos.
A pesar del discurso republicano en la disciplina de gasto, la iniciativa colocará al país bajo una enorme deuda.
“Esto es una promesa que hicimos. Es una promesa que cumplimos”, dijeros Ryan y otros legisladores en una conferencia de prensa tras la votación.
Fuente: AP