Por unanimidad, el Senado de la República aprobó reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para incrementar de seis a 12 los días de vacaciones para los trabajadores en su primer año de labores, con aumentos paulatinos, hasta llegar a 20 días en un lapso de cinco años, con el reconocimiento de todas las fuerzas políticas de que con ello se salda una deuda con los asalariados mexicanos.
Después de casi dos horas de discusión, ya que una buena parte de los legisladores quería intervenir, todos para hablar a favor, la iniciativa se aprobó con 89 votos a favor, cero en contra y fue turnada a la Cámara de Diputados.
“Además de ser un tema de justicia social, pensar en el incremento del descanso de los trabajadores es también de relevancia económica. No otorgar tiempos de descanso y recreación adecuados se traduce en daños a la salud, con efectos como la disminución de la efectividad y productividad en el empleo”, recalcó el presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, Napoleón Gómez Urrutia, al presentar el dictamen.
Resaltó que, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, el 75 por ciento de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos, lo que afecta directamente los resultados que dan en sus trabajos.
“El cansancio crónico, derivado del trabajo extenuante, tiene impactos importantes en el estado emocional y puede producir desbalances anímicos graves que incapacitan a nuestros compañeros trabajadores no sólo para desenvolverse adecuadamente en sus actividades laborales, sino en todas las esferas de sus vidas”, resaltó el también dirigente del Sindicato Minero.
Resaltó asimismo que lo más preocupante es que México tiene el primer lugar del continente respecto a las jornadas laborales más largas “ y aún así, nuestros trabajadores muchas veces no participan de los beneficios y la riqueza que produce su esfuerzo”.
No sólo se trata, recalcó el senador Gómez Urrutia, de la debida distribución de los recursos económicos producidos, sino que las vacaciones y el esparcimiento adecuados también deben estar garantizados para enriquecer la calidad de vida de las y los mexicanos”.
Detalló que si bien es un motivo de orgullo que seamos un país tan trabajador, es innegable que el trabajo no debe convertirse en explotación y en una forma de enriquecer a unos cuantos a costa de la mayoría. Es necesario ponerle un alto a este esquema abusivo que se aprovecha de una práctica cultural virtuosa, para convertirla en un modo de despojar a las personas de los elementos mínimos de una vida digna, como es el justo descanso”
Insistió: “Todas las personas tenemos derecho al descanso, a la recreación, al ocio y al disfrute de nuestro tiempo libre; objetivos que con solo 6 días de vacaciones son imposibles de lograr. Si bien la vida laboral es esencial para realizarnos como seres humanos, hay otros elementos cuya relevancia para el bienestar es innegable. Las vacaciones son uno de ellos, pues nos permiten diversificar nuestras experiencias, acercarnos a nuestras familias, buscar nuevos aprendizajes y descansar”
El dictamen apareció en el lugar 34 de la agenda de hoy y después de las 15 horas, el presidente de la mesa directiva, Alejandro Armenta, estaba a punto de concluir la sesión, y dejar el tema para mañana, cuando el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, pidió que se discutiera en ese momento, ya que, dijo, de lo contrario, “líderes charros y corruptos” lo aprovecharían para seguir con una campaña en su contra, que asegura que fue él quién detuvo hace dos semanas la aprobación de esa reforma.
La alusión se debió a que dirigentes de centrales del Congreso del Trabajo se reunieron por la mañana con integrantes de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, entre ellos con su presidente Gómez Urrutia, para demandar que la reforma a la LFT se aprobara.
Durante el debate ante el pleno, senadores del PT, MC, priístas, panistas, perredistas y del Grupo Plural, resaltaron que México es uno de las naciones del mundo con menos vacaciones para sus trabajadores, muy por debajo del promedio establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT),que es de 18 días, contra seis aquí.
Al presidente de la mesa directiva, Alejandro Armenta, se le echar encima buena parte de los senadores de todas las bancadas, cuando intentó parar el debate, bajo el argumento de que estaba ya suficientemente discutido el dictamen. Tuvo que dar espacio para quienes quisieron hablaran en tribuna. “Solo quieren sus cinco minutos de gloria”, les dijo el senador Gustavo Madero, del Grupo Plural.
Fuente: La Jornada