Pemex y la PGR determinaron reservar la información sobre la explosión que mató a 37 personas el pasado 31 de enero, según publica el periódico Reforma. Durante 12 años se mantendrá sellada la información recogida por las cámaras de video del complejo petrolero.
Pese a que la paraestatal dio a conocer el 6 de febrero que la explosión en el edificio B2 fue consecuencia de un accidente por fuga de gas, Pemex reservó por 12 años otorgar las grabaciones de las cámaras de su complejo administrativo ubicado en Marina Nacional de los días 28, 29, 30 y 31 de enero.
“Lo anterior en virtud de que la información solicitada afecta a la averiguación previa AP/PGR/DDF/SZC/CAM/0522013-01 con motivo del incidente del pasado 31 de enero de 2013, y su divulgación podría afectar las investigaciones respectivas”, respondió Pemex el 8 de febrero a la solicitud de información.
La paraestatal también reservó por 12 años los planos topográficos, de cimentación, instalación eléctrica, sanitaria y de gas del edificio B2, tras considerar que también podría afectar las investigaciones.
La PGR, que prácticamente descartó que la acumulación del componente en el sótano haya sido intencional, señaló que las muestras obtenidas por peritos expertos en explosivos en los sótanos del edificio B2 era información confidencial.
“En atención a su solicitud le manifestamos que no es posible proporcionar resultados de muestras, toda vez que se considera información reservada y confidencial, ya que los dictámenes periciales en cualquiera de las especialidades requeridas son actuaciones que forman parte de una averiguación previa la cual es integrada por el Agente del Ministerio Público correspondiente”, contestó la PGR el 12 de marzo a la solicitud requerida.
A causa de la explosión por el gas acumulado en el área de los cimientos del edificio B2, la planta baja del inmueble se colapsó sobre el sótano. Por estos hechos, 37 empleados fallecieron y 121 personas resultaron heridas, de las cuales 8 permanecen hospitalizados, según los últimos reportes de la Secretaría de Salud.
El 8 de marzo, al comparecer a puerta cerrada ante los miembros de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional del Congreso de la Unión, el procurador Jesús Murillo Karam refrendó la versión de que una acumulación de gas ocasionó el estallido en las oficinas de Pemex.
El funcionario indicó que en los próximos días concluirán los peritajes necesarios y se presentará un dictamen final técnico.
“Ya no (falta) mucho. Nunca hay tiempos, pero ya no falta mucho. El asunto de que fue una explosión de gas está claro. Los avances que hemos tenido de lo que faltaba; es decir, de dónde salió el gas y las responsabilidades, es lo que falta determinar”, indicó.
El 6 de febrero, Emilio Lozoya, director de Pemex, y Alfredo Castillo Cervantes, subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR, aseguraron que el siniestro no fue producto de un atentado.
“En todo el complejo y en todas las instalaciones de Pemex se está haciendo un esfuerzo todavía adicional a nuestros protocolos. Como ya quedó claro, esto fue un accidente, una fuga de gas que pudo haber pasado en cualquier otro lugar, pero lamentablemente pasó en este edificio”, dijo entonces Lozoya.
Para Castillo, los dictámenes científicos tendrán la última palabra.
“El tema de la intencionalidad es parte del resultado final de los peritajes. La lógica nos dice que sería prácticamente imposible que de una manera dolosa se pudiera hacer un cálculo tal cual y pudiera tener el control sobre algunos puntos en específico para tener este objetivo y que además se tuviera conocimiento de la gente que estaba en el lugar cuando tenía que pasar”, afirmó
“La lógica nos diría que no hay forma; sin embargo, con el peritaje final que digamos de dónde provino o cómo se acumuló, de qué manera se dio el nivel de explosividad y de más, lo va a dejar totalmente acreditado”.
Fuente: AM de León
