Una secta religiosa denominada “Defensores de Cristo”, dedicada a la trata de personas y que fue desmantelada ayer por elementos del Instituto nacional de Migración, el Ejército y la Policía Federal, tenía entre sus esclavas sexuales a mujeres de Coahuila, publica Zócalo. Las autoridades detuvieron a personas procedentes de Brasil, España y Venezuela, entre otros países.
El grupo denominado Defensores de Cristo operaba en ciudades como Torreón, Saltillo y Nuevo Laredo, donde reclutaba a mujeres para satisfacer sexualmente a su dirigente, Ignacio González de Arriba, quien se ostentaba como “El Nuevo Cristo”.
Los miembros de esta agrupación fueron descubiertos por las autoridades, hacinados en una casa ubicada a la altura del kilómetro 14 de la Carretera Nacional, en Nuevo Laredo.
Personal de Migración, apoyado por elementos de la PGR y de la Policía Federal, hallaron en el lugar a hombres, mujeres y niños que vivían entre la suciedad y en total promiscuidad.
Diez de los detenidos son de Coahuila y Sonora, sólo uno es de Tamaulipas; el resto son originarios de Brasil, España, Argentina, Ecuador, Venezuela y Bolivia, quienes fueron puestos a disposición del INM, pues su estancia en México es ilegal.
Cinco de las personas halladas son menores de edad, entre ellos una niña de 11 años, quien supuestamente estaba casada con un hombre de 40 porque así lo permiten las creencias de la secta.
Sólo tres de los 19 adultos integrantes de la secta religiosa Defensores de Cristo fueron consignados ante un juez de distrito de Matamoros, Tamaulipas, entre ellos Ignacio González de Arriba.
Los detenidos enfrentan delitos como inducción a la prostitución, fraude, asociación delictuosa y hasta posible tráfico de órganos.
La historia de Olivia…
A los 28 años, y tras perder a su hijo de meses, Olivia buscó consuelo en un grupo que le recomendaron. Era el Centro de Bioprogramación, ubicado en Torreón, Coahuila.
Bajo la promesa de que le ayudarían, Olivia se fue adentrando más en la organización.
Fue entonces cuando conoció lo que se escondía detrás de la imagen del Centro.
Así Olivia se enteró de que para ser parte de la agrupación debía tener relaciones sexuales con los apóstoles (ayudantes del líder) y las esposas de éstos, y que tenía también que buscar mujeres para que tuvieran sexo con su líder, porque “para ellos el sexo era obtener energía, ganar vida y llevar magia para el maestro”.
“La verdad no te das cuenta de lo que haces. Es tanto el daño psicológico, el control que logran en ti, que te vas sometiendo”, relata…
Denuncias en internet
Ya desde hace algunos años, el grupo “religioso” era señalado en las redes sociales y en sitios de Internet como una “Secta Anticristiana Peligrosísima”, en la que se identificaba a sus líderes, quienes se dedicaban a estafar en nombre de Dios, por lo que ya eran investigados por las autoridades hasta que se logró la total desarticulación de la secta.
Fuente: Zócalo de Saltillo
