A pesar de todo, el restaurante “Maximo Bistrot” reabrió sus puertas luego de casi una semana de permanecer cerradas tras el escándalo que protagonizó la #LadyProfeco.
Los sellos de clausura fueron retirados alrededor de las 13:30 horas de este jueves. El local, ubicado en Tonalá y Zacatecas, en la Colonia Roma de la Ciudad de México, fue clausurado el viernes pasado por elementos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de manera arbitraria por órdenes de Andrea Benítez, hija del titular de la dependencia.
Al respecto, la propietaria del restaurante, Gabriela López, señaló que el lugar ya opera de manera regular desde el día de hoy. Reiteró que sigue firme en su intención de no presentar ningún cargo en contra de la persona que ordenó su clausura.
Tras ser cuestionada por las pérdidas que tuvieron por el cierre de una semana, señaló que el restaurante cerraba en varias ocasiones sobre todo cuando salen de vacaciones: “nos gusta darles vacaciones a los empleados porque mucha gente que se dedica a esto sabe que es muy pesado”.
Explicó que la intención obedece para no afectar a los comensales ante la presencia de los medios de comunicación que –al salir del lugar– les abordaban para entrevistarlos.
Gabriela López dijo que el asunto está terminado, e indicó que las únicas observaciones que deberán atender serán el número de reservaciones, las cuales deberán disminuir, y anotar en la carta de vinos que las botellas son de 750 mililitros.
El viernes pasado, Andrea Benítez González, hija del titular de la Profeco, Humberto Benítez Treviño, fue protagonista de un escándalo, pues intentó cerrar un restaurante –usando a funcionarios de esa procuraduría– por haberla hecho esperar mesa, cuando no contaba con reservación.
La noticia, que trascendió dos días después generó fuertes críticas por parte los usuarios de las redes sociales.
Por ejemplo, en Twitter el hashtag #LadyProfeco se convirtió en uno de los más comentados del momento.
La comunidad tuitera le reclamó su “prepotencia”, y el que su papá –el Procurador–, permita el uso de esa dependencia para favorecer sus “caprichos”
Fuente: Sin Embargo
