Miles de personas tomaron el miércoles las calles en Baltimore y varias otras ciudades, desde Boston y Nueva York hasta Indianápolis y Washington D.C., para protestar por la muerte de un joven negro a causa de lesiones vertebrales tras ser arrestado por la policía de Baltimore, y para exigir reformas a los procedimientos policiales.
Aunque las protestas por la muerte de Freddie Gray fueron pacíficas en su mayoría, hubo algunos arrestos, incluyendo 16 en Baltimore y más de una decena durante una marcha en Union Square de Manhattan. Gray, de Baltimore, resultó gravemente herido mientras se encontraba bajo custodia policial.
Tras reunirse con líderes religiosos y el abogado de la familia Gray, la alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake dijo que las autoridades trabajaban para transparentar la investigación sobre la muerte de Gray y mantener informada a la comunidad.
La policía dijo que entregará el viernes los resultados de la investigación a la procuraduría estatal.
Pese a ello, se mantiene la indignación y la ansiedad en Baltimore.
Cientos de manifestantes, muchos de ellos estudiantes con mochilas, tomaron las calles rumbo al centro, exigiendo justicia expedita en el caso de Gray.
Las autoridades vigilaron de cerca la protesta luego de que, el lunes, adolescentes iniciaron los disturbios al lanzar ladrillos y botellas contra policías que se habían reunido cerca de una terminal de autobuses. A partir de ese momento, la situación escaló, abrumando a las autoridades, mientras los agitadores incendiaban carros y edificios, además de saquear negocios.
El martes, las escuelas se mantuvieron cerradas a causa del caos, pero el miércoles reabrieron sus puertas, luego de que la primera noche de toque de queda en la ciudad pasó sin rastros de una violencia generalizada que muchos temían.
Cerca de 3.000 policías y agentes de la Guardia Nacional mantuvieron la ciudad en orden, aunque la vida no se normalizará pronto, pues el toque de queda volvió a entrar en vigor la noche del miércoles.
El toque de queda del martes tuvo un inicio poco promisorio luego de que unos 200 manifestantes desatendieron las advertencias de la policía y las peticiones de otros activistas comunitarios. Algunos lanzaron botellas de agua o se tendieron en el piso.
Un grupo de policías, protegidos con escudos antimotines, lanzaron gas lacrimógeno y dispararon balas de goma contra la multitud, que se dispersó en cuestión de minutos.
La policía informó que se arrestó a unas 35 personas luego de que entró en vigor el toque de queda el martes.
Fuente: AP