Manifestantes cerraron varias calles del centro de Sao Paulo y fueron dispersados por la policía, en el marco de una jornada de movilización sindical contra las medidas de austeridad impulsadas por el presidente brasileño, reporta la agencia AFP.
Barricadas y paros sectoriales en varias ciudades de Brasil marcaban el viernes una jornada de movilización sindical contra las medidas de austeridad impulsadas por el presidente Michel Temer, indicaron periodistas de la AFP y medios de prensa.
Las centrales gremiales habían convocado inicialmente una huelga general -que hubiera sido la segunda después de la del 28 de abril- pero la transformaron en jornada de lucha, entre otras cosas por la negativa del vital sector de los transportes de Sao Paulo y de otras grandes urbes de adherir al paro.
Los manifestantes bloqueaban por la mañana el acceso al aeropuerto de Congonhas de Sao Paulo y al aeropuerto internacional de Rio, indican los reportes.
En el centro de Sao Paulo, la capital económica del país, la policía dispersó con bombas de estruendo a manifestantes que habían cerrado varias calles del centro de la ciudad.
En uno de esos incidentes, dos mujeres que “estaban cometiendo depredaciones y prendiendo fuego” fueron detenidas, indicó a la AFP el teniente coronel Ronaldo Miguel Vieira, de la Policía Militar (PM, un cuerpo de patrulla y represión) de la capital económica del país.
La televisión O Globo dio parte de una protesta de petroleros en la refinería de Cubatao, de la región de Sao Paulo.
En Rio, barricadas con incendios de neumáticos provocaron decenas de kilómetros de embotellamientos, sobre todo a lo largo de Avenida Brasil, la principal vía de acceso a la ciudad, aunque las intervenciones policiales levantaron los bloqueos.
En Brasilia, la paralización de los transportes públicos era total, al igual que en Aracajú, la capital del estado de Sergipe (noreste).
La Central Única de Trabajadores (CUT) afirmó que los bancarios, los petroleros y los empleados del sector de la salud deberían adherir en la jornada a la medida de fuerza.
La CUT convocó a lo largo del día a protestas, al igual que Força Sindical (FS), considerada más moderada.
“Los paros y manifestaciones son los instrumentos que estamos usando para presionar y tener una negociación más seria con Brasilia, que no perjudique a los trabajadores”, afirmó Carlos Gonçalves, o Juruna, secretario general de FS.
El gobierno impulsa una serie de reformas promercado para recuperar la confianza de los inversores, como estrategia para sacar a la mayor economía latinoamericana de la peor recesión de su historia y volver a generar empleo, en un país con más de 14 millones de desocupados.
Después de haber aprobado la congelación del techo de gastos durante 20 años, está en sus trámites finales la flexibilización de la legislación laboral. Pero la principal medida -la reforma del régimen de jubilaciones- enfrenta serias resistencias y está ralentizada por la crisis provocada por las denuncias de corrupción que tienen al propio Temer en la mira.
Según el presidente de CUT, Vagner Freitas, las reformas amenazan “el empleo formal, que garantiza derechos adquiridos como vacaciones y aguinaldo”.
El 28 de abril una huelga general culminó con choques entre policías y manifestantes, con autobuses incendiados en Rio de Janeiro y altercados en las inmediaciones de la casa de Temer en Sao Paulo.
Fuente: AFP/ El Comercio