La opinión favorable que presidentes y directores empresariales tenían en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto cuando comenzó su sexenio, “cayó drásticamente”
EL 68 por ciento considera que su actuación respecto al entorno económico en este año es “regular” y “mala” contra 37 por ciento que tenían tal opinión en 2013, informó Miguel Ortiz, socio de la consultoría KPMG, al dar a conocer la encuesta Perspectivas de Alta Dirección en México 2015.
Además subió a 20 por ciento el número de directivos del sector privado que de plano calificó como “pésima” la actuación gubernamental, cuando al inicio del sexenio sólo un 2 por ciento tenía tal opinión.
En el otro extremo apenas uno por ciento de los encuestados calificó la actuación del gobierno federal como “excelente” y un 11 por ciento como “buena”, cuando en 2013 los porcentajes fueron de 12 y 49 por ciento, respectivamente.
Los porcentajes de descalificación son similares en cuanto al Poder Legislativo y los gobiernos estatales.
Los “puntos dolorosos” para los empresarios siguen siendo la corrupción y la inseguridad, pues 89 y 81 por ciento de los encuestados consideró que son las dos principales trabas para la competitividad. Los directivos, además, están insatisfechos con las reformas fiscal y laboral.
Miguel Ortiz advirtió que además que el gobierno federal no recupera la confianza de los empresarios “porque se hubiera esperado mayor dinamismo en los dos primeros años del sexenio”, la drástica caída sigue dándose y eso “debería ser preocupante para las autoridades”.
No obstante, Roberto Cabrera, otro de los socios de KPMG, destacó que 2015 se presenta como un año de contrastes para las empresas, porque 60 por ciento considera que México no caerá en recesión y aunque no están contentos con el gobierno federal y algunas de las reformas, 86 por ciento prevé crecimientos de uno o dos dígitos en sus empresas y 80 por ciento seguirá invirtiendo.
“Hay un optimismo cauteloso porque la recuperación económico es frágil, lenta y vulnerable, con un ambiente de vulnerabilidad”, dijo a su vez Víctor Esquivel.
Miguel Ortiz abundó que los directivos empresariales también descalificaron los resultados y el impacto que han tenido en sus negocios las reformas fiscal y laboral.
En los 10 años que KPMG ha levantado esta encuesta, los entrevistados siempre han sido críticos del régimen fiscal pero este año 93 por ciento respondió que no promueve la inversión y 62 por ciento lo calificó como “malo” o “muy malo” contra 37 por ciento de 2013. La reforma fiscal resultó “irritante”, sentenció.
En cuanto a la reforma laboral 73 por ciento dijo que no cumplió con sus expectativas, en cambio en reformas energética y en telecomunicaciones salieron mejor calificadas pues 64 y 58 por ciento aseguraron que sí cumplió sus expectativas.
Un 81 por ciento de los encuestados consideró que la Ley de Ingresos de la Federación de este año no impulsará el crecimiento y competitividad de su empresa.
Fuente: La Jornada